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El irreverente partido CORI busca su sitio sin perder la extravagancia

Elvis vive. Y lleva seis meses acudiendo a las sesiones plenarias del Consistorio de Reus (Baix Camp), donde este peculiar edil se sienta junto a 28 concejales más para debatir sobre los principales temas de interés ciudadano. O no. Porque debatir sobre trasladar la Sagrada Familia a Reus es poco menos que una pérdida de tiempo, según sus oponentes en el Ayuntamiento. "No hacemos el payaso simplemente por hacerlo. Es una estrategia en nuestra crítica, no una finalidad", se defiende este grupo municipal.

"Esto sólo puede pasar en Reus, donde tenemos tradición de personajes varios. Ser atrevido puede ser una virtud, pero proponer cosas condenadas al fracaso...", señala la portavoz de ERC, Empar Pont, sobre el concejal Ariel Santamaría, edil de la Coordinadora Reusenca Independent. Sus siglas, CORI, aluden a la patrona de la ciudad, Misericordia o, más coloquial, Cori. Y en su haber político figuran iniciativas como construir el aparcamiento gratuito mayor del mundo o un follódromo para dar cobijo a parejas sin sitio para mantener relaciones íntimas. Ninguna de sus propuestas ha prosperado, de momento, tras seis meses de actividad. Sin embargo, son varios los colectivos que se dirigen a este partido para canalizar sus quejas. "Acuden a nosotros como último recurso", dice Santamaría, quien ha incorporado a sus propuestas disparatadas otras más normales, como más plazas de residencias para la tercera edad o mejores dotaciones para algunos barrios que él cree desatendidos.

Santamaría se presentó a las elecciones con la intención de convertirse en "una piedra en el zapato" de la democracia, y asegura haberlo conseguido. De hecho, lo inusual de su discurso y sus maneras, irreverentes en grado mayúsculo para la solemnidad habitual que rige la vida pública de Reus, le han merecido las mayores críticas. "El gobierno tiene demasiada mano blanda", lamenta el portavoz popular, Miquel Àngel López Mallol. Santamaría, como edil, puede oficiar bodas civiles, aunque no con su vestimenta rockera, a petición del propio alcalde.

"De puertas adentro, lo hacen bien. Hemos colaborado con ellos en temas de juventud y a la hora de ubicar actividades molestas", dice el portavoz del PSC, Eduard Ortiz. ICV tacha a la CORI de "frívolos". "Han defraudado expectativas", dice su portavoz, Ernest París. Ariel replica que quien "frivoliza" son los partidos tradicionales que, a su juicio, se instalan en lo políticamente correcto para "abandonar problemáticas reales".

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