El exceso de alcohol supone el 80% de todos los delitos de tráfico

Conducir con una tasa de alcohol superior a 0,60 miligramos por litro de aire aspirado. Ése es, con mucho, el principal delito que los Mossos d'Esquadra han imputado a los conductores catalanes desde la entrada en vigor de la reforma del Código Penal. En las dos primeras semanas de aplicación, son ya 253 las personas acusadas de cometer algún delito contra la seguridad vial y que, por tanto, se enfrentarán -algunas ya lo han hecho- a la justicia.

De los 270 delitos detectados, la inmensa mayoría (un 80%) son positivos penales por alcoholemia, castigados con penas de entre tres y seis meses de cárcel. Además de estos 214 conductores que se pasaron con la bebida, hay otras 22 personas que se negaron a someterse a las pruebas de alcoholemia, por lo que las imputaciones relacionadas con el alcohol rozan el 90% del total. En función de los agravantes de cada caso, estas actitudes al volante pueden estar castigadas con hasta cinco años de prisión.

Los tonteos con el alcohol y el exceso de velocidad son los dos factores que más muertes provocan en la carretera. Sin embargo, las imputaciones por pisar el acelerador más de la cuenta van muy por detrás. Desde el pasado 2 de diciembre, 18 conductores han sido detenidos por conducción temeraria; 11, por romper la orden judicial o de inmovilización; y sólo 5, por velocidad penal. Es decir, por sobrepasar los 60 kilómetros por hora en vías urbanas, los 180 en carretera y los 200 en autovía.

Mientras se celebran juicios rápidos y se dictan sentencias, la carretera sigue provocando muertes. Durante las fiestas de Navidad han fallecido tres personas, lo que eleva a 329 el número de muertos por accidente de tráfico en lo que va de año. La cifra supone un descenso cercano al 7% respecto a todo 2006. El Servicio Catalán de Tráfico pidió ayer a los conductores que extremen las precauciones para evitar accidentes en los desplazamientos cortos.