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Los vecinos del Camp Nou rechazan la construcción de pisos sociales

El Barça y el Ayuntamiento acercan posiciones frente al rechazo vecinal

Los vecinos del Camp Nou tienen la intención de presentar batalla al FC Barcelona. La directiva azulgrana quiere costear la reforma del estadio, estimada en 250 millones de euros, con la recalificación del solar del Miniestadi, pero se va a topar con un problema. Ese cambio de uso comporta, por ley, que una parte del suelo afectado sirva para erigir pisos de protección oficial (un mínimo del 30% de los que se construyan), zona verde y equipamientos. El Barça está conforme, pero los vecinos no. La incógnita es, de momento, de qué superficie se trata y cuántos edificios se podrían levantar.

Recalificar supone también crear zona verde, pisos sociales y equipamientos
"No queremos más pisos ni más gente. No cabemos", dice un portavoz vecinal

Alfonso Huéscar, uno de los portavoces de la coordinadora vecinal, advierte que no quieren ningún piso más, aunque sea público. "Que quede claro: No estamos en contra del Barça ni nos vamos regocijar con lo que pase; pero no queremos más gente. Aquí no cabemos", sostiene Huéscar. La coordinadora decidirá en enero qué hará.

No es exactamente cierto porque Les Corts, con 85.000 habitantes, es el distrito menos poblado de Barcelona, y sólo tiene 49 pisos de protección oficial. El caso es que la coordinadora ha tomado un giro más radical que cuando se opuso al proyecto del Barça 2000, impulsado por el ex presidente Josep Lluís Núñez, quien ideó un parque temático potenciando el uso comercial y lúdico. El Ayuntamiento quiere que la recalificación esté sujeta a los mismos criterios que en otros puntos de la ciudad para evitar que se le acuse de favorecer un pelotazo como sucedió en Sarrià, en los terrenos donde estaba el campo del RCD Espanyol. Pero el Consistorio asume que el proyecto actual del Barça es más contenido que el de Núñez. "Nos opusimos a aquel plan y por coherencia no podíamos hacer lo mismo", afirma el directivo Joan Franquesa, ex concejal de Urbanismo en Sant Cugat por Convergència i Unió (CiU): "No queremos privilegios. Esto no es un traje a medida y habrá compensaciones para los vecinos. No puede ser de otra manera".

El Barça aún no ha presentado formalmente su propuesta en el Consistorio, aunque ha mantenido frecuentes contactos con los vecinos, la Universidad y los grupos municipales. No quiere edificar tiendas ni cines y su intención es suprimir la valla que rodea al estadio para integrarlo en el tejido urbano de Les Corts -"ahora esto parece Guantánamo", dijo Franquesa- y abrirse a la ciudad. El viejo Palau será sustituido por otro pabellón con mayor aforo, la pista de hielo será subterránea y desaparecerán las pasarelas que lo unían al Camp Nou, que acogerá las oficinas y la tienda.

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Hace tres semanas, el club presentó en el Distrito de Les Corts, ante la concejal Montse Sánchez y los vecinos, la propuesta del arquitecto Norman Foster. No hizo mención alguna a la recalificación del Miniestadi y los pisos. "Franquesa es muy listo. Habla de reordenación urbanística y no de recalificación", subraya Huéscar. "Nos parece bien que nos hagan una piscina o lo que quieran. Pero el barrio, más allá de los días de partidos, tiene un gran problema de movilidad".

El club planea presentar su propuesta el primer trimestre del año, seguramente después de las elecciones. "Sería un fracaso que la reforma se convirtiera en motivo de controversia política", considera Franquesa, y espera alcanzar el máximo consenso para evitar que la tramitación, que puede durar un año, se entorpezca con alegaciones. Su previsión es que Foster acabe el proyecto en septiembre y que las obras empiecen en 2009.

"Lo cierto es que el Camp Nou tiene 50 años y necesita una renovación porque tiene problemas de seguridad y de accesos", sostiene la concejal en sintonía con el presidente del club, Joan Laporta, que siempre ha hablado más del confort del estadio que de su ampliación porque sólo ganará 6.000 localidades. Pese a ello, el club está realizando un estudio sobre la movilidad. El Ayuntamiento coincide con el Barça en que la zona del Camp Nou necesita una reordenación urbanística conjuntamente con el campus universitario, algo que tampoco gusta a los vecinos. Sánchez cree que el barrio necesita guarderías y colegios, pero Huéscar quiere que se deslinde de la reforma. "Los vecinos no protestaron hace 50 años cuando se reformó el viejo campo de Les Corts y ahora lo haremos", señaló el portavoz. Curiosamente, Les Corts es el distrito que más socios aporta al Barça.

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