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Los juzgados de violencia machista acumulan 9.000 casos sin resolver

Los expertos discrepan sobre si los 7 nuevos juzgados acabarán con el colapso

Reyes Rincón

En los seis primeros meses de 2007, los Juzgados andaluces de Violencia sobre la Mujer han conseguido invertir una mala tendencia que arrastraban desde que se crearon, en junio de 2005: ya resuelven más casos de los que ingresan. Sin embargo, los Juzgados exclusivos de Violencia Machista están colapsados por más de 9.000 asuntos pendientes de resolución. La próxima semana entrarán en funcionamiento siete nuevos juzgados exclusivos para estos temas, lo que elevará a 17 el número de órganos repartidos por la comunidad y permitirá a la Consejería de Justicia dar respuesta a la principal demanda de jueces, fiscales, abogados y víctimas: que haya al menos un Juzgado exclusivo de Violencia sobre la Mujer en cada provincia. Hasta ahora, ni Jaén ni Huelva tenían.

En el primer semestre del año ingresaron en los 10 Juzgados exclusivos 18.928 asuntos (17.488 penales y 1.440 civiles) y se resolvieron 19.857 (18.493 penales y 1.364 civiles). Pero aún quedaban 9.426 pendientes. 2006 se había cerrado con una pendencia de 9.433 asuntos. Es decir, en seis meses sólo se ha conseguido rebajar en siete la cifra de la saturación. ¿Bastarán los nuevos juzgados para acabar con el colapso? La consejera del ramo, María José López, se muestra optimista: "Creo que con estos son suficientes. Pero no podemos dormirnos en los laureles y hay que ver cómo evolucionan". La Junta no quiere renunciar a la posibilidad de crear un juzgado que de servicio a varios partidos judiciales. "La intención siempre va a ser que haya más Juzgados de Violencia. ¿Hay que ir a la comarcalización? Probablemente sí. Hay que verlo con el Ministerio", advierte López.

La provincia de Sevilla se sitúa a la cabeza de asuntos pendientes (más de 2.400) El retraso acumulado en uno de sus juzgados, el número 2, es tan elevado que la Fiscalía General del Estado ha remitido un informe al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Sevilla tendrá dentro de unos días un nuevo juzgado, el número 4. El juez decano, Federico Jiménez Ballester, coincide con la consejera en que gracias a este nuevo órgano se alcanzará "el nivel óptimo". "Ya antes de entrar en vigor la ley, dijimos que, en función del número de denuncias de violencia de género que llegaban a los Juzgados de Instrucción, harían falta cuatro exclusivos", recuerda el decano, quien se muestra convencido de que, si ya se resuelven más casos de los que ingresan, los Juzgados de Violencia podrán zafarse a corto plazo de esa losa de asuntos pendientes.

No lo ve tan claro Amparo Díaz, abogada experta en atender a víctimas de violencia de género. "No hacen falta siete juzgados, sino 20. El cuarto de Sevilla estará colapsado dentro de medio año", augura. Díaz reconoce que los juzgados especializados en violencia de género han supuesto una mejora "muy significativa" en la atención a las víctimas. "Son jueces a los que de verdad les importa este tema y que están muy motivados", subraya. Pero, "la falta de medios, sobre todo humanos", impide que las investigaciones "sean tan exhaustivas como deberían". "Se hacen invisibles una gran cantidad de conductas violentas. En muchos casos la mujer sufre diferentes formas de violencia a la vez, desde golpes e insultos a permanecer retenida o agresión sexual. Pero lo normal es que sólo se acuse al hombre de un delito de maltrato habitual, con lesiones y amenazas. Hay cierto automatismo en la investigación judicial y se obvia lo demás".

Díaz entiende que los jueces actúan "con muy buena voluntad", pero sostiene que los exclusivos de Violencia sobre la Mujer "son juzgados saturados por atender lo urgente".

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Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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