Tony Tenser, productor británico

Tony Tenser fue uno de los miembros más emprendedores e imaginativos de la industria cinematográfica británica. Para esta industria acuñó el término de "sex kitten" (algo así como "gatita sexy") como carta de presentación de la entonces estrella francesa Brigitte Bardot para al público británico. Productor y distribuidor de dilatada carrera, abrió uno de los primeros clubes privados de cine en el Londres de los años sesenta, que eludía las restricciones de la censura combinando la exhibición de supuestos documentales de desnudos con comedias y cintas de terror.

En años sucesivos, Tenser se volcó en la distribución de películas de temática y calidad diversa, aunque también financió algunos de los primeros filmes de Roman Polanski en lengua inglesa, como Repulsión (1965) o Cul-de-sac (1966).

Nacido en el Eastend de Londres en 1920 -uno de los sietes hijos de una familia de inmigrantes judíos lituanos-, fichó en su juventud por la cadena de cines ABC y pronto asumió la gestión de Miracle Films, pequeña distribuidora especializada en títulos europeos. La abandonó para crear su propia compañía con Michael Klinger, Compton Films, con propuestas eminentemente comerciales y algunas incursiones más osadas, que incluyen la película Estudio de terror (1965), extraña mezcla de las figuras de Sherlock Holmes y Jack el Destripador.

Tras su ruptura con Klinger, fundó Tigon, una de las más importantes productoras y distribuidoras del mercado británico, cuya principal aportación reside en el cine de terror. Cintas como La maldición del altar rojo (1968), con Boris Karloff y Christopher Lee, llegaron a desafiar la supremacía de los famosos estudios Hammer.

Entrado en la cincuentena, y con cuatro hijos a sus espaldas de dos anteriores matrimonios, Tenser se trasladó a Lancashire con su tercera mujer, Diane, y se involucró en el negocio inmobiliario. Allí murió el pasado 5 de diciembre a los 87 años.