Un ataque suicida causa una matanza en Pakistán
El atentado contra un ex ministro siembra de muertos una mezquita
Un terrorista suicida acabó ayer con la vida de al menos 48 personas en una mezquita del noroeste de Pakistán, justo cuando un millar de fieles celebraba la festividad musulmana del cordero. El objetivo del atentado era el ex ministro del Interior Aftab Ahmed Khan Sherpao, que salió ileso.
Restos de cuerpos destrozados por la bomba que el terrorista hizo explotar cubrían el ensangrentado suelo de la mezquita, situada en Charsadda, a unos 20 kilómetros de Peshawar, la capital de la provincia fronteriza del noroeste. Más de 80 personas resultaron heridas, según el Ministerio del Interior.
Se trata del segundo atentado en ocho meses contra el ex ministro Sherpao, que formó parte del Gobierno dirigido por el presidente Pervez Musharraf y que fue disuelto recientemente para convocar elecciones legislativas el 8 de enero. El hijo del político sí resultó herido. Sherpao dirige un pequeño partido político que siempre apoya a Musharraf.
La policía encontró trozos de una chaqueta que, supuestamente, pertenecía al terrorista. El sospechoso, sentado en el centro de una de las filas de la mezquita, entre los fieles, detonó la bomba cuando terminaron las oraciones, según fuentes de la policía.
"Es inhumano. Ningún musulmán puede hacer algo así en el día de la fiesta del cordero", dijo Mohammed Asad, de 45 años, que perdió a dos primos en el atentado. Alrededor de 1.200 personas atendían la ceremonia religiosa, una de las más importantes para los musulmanes, cuando se produjo la masacre. "Estamos seguros de que el ex ministro Sherpao era el objetivo. Hay muchas mezquitas en el área. ¿Por qué si no el terrorista iba a escoger la nuestra?", dijo el secretario federal de Interior, Syed Kamal Sah.
Pakistán ha sufrido una brutal ola de ataques suicidas desde el pasado julio, cuando el Ejército entró a sangre y fuego en la Mezquita Roja de Islamabad, un reducto de integristas. Desde entonces, casi 800 personas han muerto en decenas de atentados, reivindicados por fundamentalistas islámicos o atribuidos a ellos. El peor ocurrió durante el mes de octubre, cuando dos terroristas hicieron explotar dos bombas cerca de un vehículo blindado que transportaba a la ex primera ministra Benazir Bhutto en Karachi. Hubo 139 muertos. El país ha registrado cuatro atentados suicidas desde el pasado viernes, un día antes de que Musharraf declarara el final del estado de excepción y restableciera la Constitución.
Objetivo de los radicales
El ex ministro, el más probable objetivo del atentado de ayer, ha sido uno de los aliados clave de Musharraf en la lucha contra el terrorismo, que considera una amenaza creciente en la zona. Una de sus acciones más destacadas, como miembro del Gobierno saliente, tuvo lugar en julio, durante el conflicto de la Mezquita Roja. Desde entonces es blanco prioritario del terrorismo islámico. En 1975, su hermano Hayat murió en un atentado. Poco después, Sherpao decidió entrar en política. Seconvirtió rápidamente en un líder político destacado de la provincia fronteriza del noroeste de Pakistán y, a finales de los ochenta, fue gobernador.
Militó en el Partido Popular de Pakistán (PPP) y fue un gran partidario de Benazir Bhutto durante su primera etapa como primera ministra. Pero en los noventa dejó esta formación.
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