La precariedad económica deja a miles de menores en situación de riesgo de exclusión
Cada año se da respuesta a una media de 14.000 peticiones de ayuda de familias barcelonesas en los servicios de atención a la infancia del Ayuntamiento de Barcelona. La media de niños atendidos en el periodo de 2004 a 2007 es de 3.900 anuales. Y gran parte de las solicitudes, el 41%, tienen que ver con problemas económicos que atraviesan las familias de esos niños. Son familias monoparentales -casi siempre la madre con hijos a su cargo- el grueso de las demandantes, junto a otro perfil: el de familias desestructuradas. "No es que sean mujeres sin trabajo, lo tienen, pero en condiciones muy precarias. Tanto, que cualquier imprevisto las coloca en situación de riesgo, y con ellas, a sus hijos", explicaba ayer el quinto teniente de alcalde y responsable de Acción Social del Ayuntamiento, Ricard Gomà. Las ayudas que se prestan tienen un destino concreto, desde el alquiler del piso si hay riesgo de desahucio al importe del comedor de los niños, por poner dos ejemplos.
Este año el presupuesto municipal destinado a la infancia y a la adolescencia ha sido de 139 millones de euros. De éstos, algomás de 10 se han destinado a los niños en situación de riesgo, sea por problemas económicos de sus familias, por fracaso escolar o por otros motivos.
Estos problemas se dan de una forma bastante parecida tanto en familias autóctonas como de inmigrantes. En todo caso, son una tendencia clara. De ahí el objetivo de incrementar la red de servicios para niños y adolescentes en todas sus variantes, desde casals a centros abiertos o programas de educadores de calle, entre otros. Los profesionales y los técnicos están convencidos de que la falta de espacios al terminar el colegio es el origen de muchos de los problemas.
Con ese fin el Ayuntamiento ha firmado un convenio con la Obra Social de La Caixa, que incluye una partida de 400.000 euros, para elaborar una propuesta sobre cómo tienen que ser atendidos los niños y adolescentes vulnerables.
Esa partida engloba ayudas a los esplais aconfesionales-165 organizaciones agrupadas en el Moviment Laic i Progressista- y formación especializada para los monitores. Ese proyecto se aplicará, de momento, en dos distritos de la ciudad que todavía se tienen que determinar.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.