EA aparca la coalición nacionalista para marzo y se centra en la consulta

Como su antecesora en el cargo, Unai Ziarreta ha logrado alcanzar la presidencia de EA tras una fulgurante carrera política que comenzó en 2002, cuando entró a ejercer como asesor del consejero Sabin Intxaurraga en el Departamento de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Gobierno. Al año siguiente cambió de consejería y se situó al frente de la Dirección de Estudios y Régimen Jurídico del Departamento de Educación.

Hace cuatro años, en el anterior congreso celebrado en Bilbao, fue elegido sorprendentemente secretario general y número dos de Begoña Errazti, con quien ha mantenido una estrecha relación hasta la última etapa. Ahora se ha convertido el tercer presidente de EA, después de la persona que creó el partido en 1986, Carlos Garaikoetxea, y de Begoña Errazti, vizcaína como él, aunque afincada en Pamplona.

Desde 2003 mantiene el acta de concejal en el ayuntamiento de su localidad natal, cargo que ha conseguido renovar en los pasados comicios de mayo. Compatibiliza esta ocupación con la portavocía de su partido en el Parlamento, al que accedió por primera vez en 2005, tras presentarse por Guipúzcoa en la lista de la coalición PNV-EA.

Licenciado en Derecho por la Universidad del País Vasco, Ziarreta se ha distinguido durante su trayectoria política por la defensa a ultranza del ideario fundacional de su partido. La apelación a la independencia y la socialdemocracia han sido recurrentes en su discurso, también en el que abrió ayer su ciclo al frente del partido. Aunque desde algunos sectores se le ha criticado por realizar guiños a la izquierda abertzale, sus colaboradores aseguran que es un firme partidario de mantener a EA sin escoramientos hacia Batasuna ni hacia el PNV.

Nada más ser proclamado presidente de EA, Unai Ziarreta (Mungía, 1970) expresaba su satisfacción por el "ejemplo" de unidad que ha imperado en el congreso celebrado por su partido.

Pregunta. ¿Qué valor tiene el pacto con los críticos tras ocho años de división?

Respuesta. Estamos contentos por el consenso que se ha conseguido. Por encima de las personas, hemos elegido un equipo con capacidad contrastada para sacar adelante los retos del partido, como son las dos citas electorales en 2008 y, sobre todo, la consulta [anunciada por el lehendakari Ibarretxe]. Salir de este congreso con una imagen de unidad fortalece al partido, que lleva 21 años defendiendo un ideario político muy claro.

P. ¿Se han cerrado todas las heridas internas?

R. La unidad empieza a crearse a partir de ahora. Esto no significa que hoy desaparecen las diferencias. En adelante tenemos que ofrecer una imagen de unidad. Pero, sin duda, lograr una candidatura única es un síntoma de la madurez del partido.

P. ¿Se siente cómodo con su equipo?

R. Es un equipo potente, con personas muy cualificadas para hacer la labor que les ha tocado. Las relaciones entre todos van a ser excelentes.

P. ¿Qué papel ha jugado Joseba Azkarraga en las negociaciones?

R. Ha intentado lo mismo que todos los demás: consensuar los nombres y llegar a un acuerdo satisfactorio para todos. Ha tenido un papel importante porque siempre ha apostado por el consenso.

P. Hay voces descontentas por el mayor peso que tienen los críticos guipuzcoanos en la ejecutiva.

R. Somos un partido nacional. EA defiende un país fuerte, un gobierno fuerte y un Parlamento fuerte. Nosotros huimos de planteamientos en términos de LTH (Ley de Territorios Históricos) trasladados a la dirección del partido. Si la persona es competente, nos da igual que sea de Iparralde, Guipúzcoa o Navarra. Lo que buscamos es gente competente para desarrollar las tareas, y eso es lo que se ha conseguido con este equipo. Ni siquiera había caído en la cuenta de la composición territorial.