Una pelea matrimonial acaba con un muerto y tres heridos a tiros en Eibar

Una discusión entre dos familias rivales, con insultos y amenazas que fueron subiendo de tono, concluyó ayer en Eibar en una reyerta sangrienta. El resultado: un muerto y tres heridos a tiros. Todo sucedió a raíz de una pelea matrimonial, resuelta sin compasión y con casi veinte balazos que destrozaron a una familia completa. Quien apretó el gatillo, R. Valdés, de 47 años, durmió anoche en la comisaría de la Ertzaintza, tras ser detenido. Los heridos, uno de ellos en estado muy grave, permanecen hospitalizados.

El supuesto asesino disparó contra un matrimonio y dos hijos

La Ertzaintza localiza en el lugar del crimen cerca de 20 casquillos

El barrio de Urki, el segundo más poblado de Eibar, con unos 2.000 habitantes sobre un total de 27.000, fue el escenario de la refriega. Ocurrió hacia las 13.15, a la altura del número 7 de la calle Polonia Echeverria. Allí resolvieron de forma trágica sus diferencias. J.J.G., un varón de 46 años y vecino de Villabona, recibió el disparo mortal, mientras que su esposa, M.A.E.P., de 43, y dos hijos, P.J.E. y F.J.E, de 20 y 23, respectivamente, resultaron heridos de bala.

Las dos familias, ambas de etnia gitana, una de Eibar y la otra de Villabona, ya habían tenido "algunos roces" por razones familiares, según fuentes municipales. Unos momentos antes de la reyerta, habían acudido al juzgado de la localidad, donde tenían que resolver un asunto matrimonial un hijo de la víctima y la sobrina del presunto homicida. Ambos se habían separado y pugnaban por la custodia de su hijo.

Por la mañana, ya habían discutido acaloradamente las dos familias, primero en el barrio donde reside el supuesto homicida y luego en el juzgado, según el relato de algunos vecinos. A mediodía, tras regresar las dos familias a Urki, la pelea fue creciendo. "Te voy a pegar dos tiros", amenazó el ahora detenido a su víctima. "A ver si tienes cojones", le contestó. Los tuvo. R. Valdés, escopeta en mano, disparó una veintena de veces a discreción sin reparar en daños. "En ese momento había mucho movimiento por esta zona. La gente venía del trabajo y bastantes niños jugaban en el patio del colegio Arrate, que está al lado [del lugar del suceso]. Hubo momentos de mucho miedo", comentaba una vecina del barrio. Algunas personas se refugiaron un bar cercano.

Las ambulancias condujeron a los heridos al Hospital Donostia. P.J.E. ingresó en el servicio de urgencias con una herida de bala en el tórax sin orificio de salida, según informó Osakidetza. Le causó un neumotórax y sufre una hemorragia pulmonar, por lo que su pronóstico es grave. Su madre, M.A.E.P., ingresó de pronóstico reservado por heridas de bala en el tórax, el abdomen y las extremidades. El otro hermano, F.J.E., recibió también disparos en las extremidades. Su pronostico es menos grave.

El cadáver de la víctima quedó tendido en el suelo y tapado con una sábana hasta cerca de las cuatro de la tarde. Con toda la zona acordonada, agentes de la Ertzaintza encargados de la investigación señalaron con números una veintena de puntos, correspondientes, al parecer, al lugar donde quedaron los casquillos de bala. Se hallaron además marcas de los disparos en al menos dos coches y en un garaje, según un testigo.

Mientras los agentes realizaban sus pesquisas en el lugar del crimen, grupos de personas que viven en las inmediaciones optaron por abandonar el barrio con sus pertenencias envueltas en hatillos por miedo a represalias. Algunos de ellos se iban gritando: "Que viene la gente del difunto a matarnos", informa Efe.

El acusado de disparar contra la familia de Villabona es hermano de José Antonio Valdés, asesinado en 1994 por su esposa. Ésta mantuvo el cadáver oculto en un arcón frigorífico durante dos años en un inmueble próximo. Fue condenada en 2000 a un total de 20 años de prisión.

[El joven de 21 años J.V.B., detenido el pasado jueves en Etxebarri tras confesarse autor de la muerte de su abuela, ingresó ayer en prisión, informó Interior. Está acusado de matar con un cuchillo de cocina a su abuela, de 84 años, tras mantener una discusión con ella].