El nuevo modelo eólico concede 'bonos de viento' a los campesinos
Las eléctricas predicen que Galicia no tendrá los 6.500 megavatios hasta 2016
El Decreto Eólico aprobado el jueves definitivamente por la Xunta pondrá en marcha los denominados bonos del viento, un nuevo sistema que permitirá a los campesinos participar en los beneficios de los parques eólicos instalados en sus tierras. Se trata de una acción en una empresa eólica, sin derecho a voto, por la que se recibe una rentabilidad mínima (también se fija un máximo) por un plazo de años, a cambio de la cesión de las tierras en las que se instalarán aerogeneradores. El decreto lo describe como "instrumentos financieros que canalicen el ahorro de particulares, especialmente de aquellos afectados por los proyectos, de cara a la inversión vinculada a los proyectos propuestos".
El nuevo modelo eólico ha sacrificado un crecimiento más rápido en favor de mayor transparencia, más retorno social y la posibilidad de introducir empresas gallegas (ahora sólo hay dos, Engasa y Norvento con sólo un 5% del negocio total). "Es un cuento chino eso de que Galicia es una potencia eólica. Lo son las empresas vascas y madrileñas que tienen aquí sus parques", explicó ayer el conselleiro de Industria y Energía, Fernando Blanco.
Las principales eléctricas consultadas por este periódico pronostican que, entre el parón de dos años y medio, la tramitación y la falta de líneas de evacuación (alta tensión para conducir la electricidad producida en nuevos parques) Galicia no alcanzará los 6.500 megavatios instalados hasta el año 2016.
Las que siguen son las principales novedades del nuevo modelo eólico de Galicia.
- Participación pública
Está en las condiciones "de carácter voluntario". Se regula como "propuesta de participación pública en el capital social del proyecto, a través de entes de derecho público que tengan como objeto social o función la implantación de sistemas de producción de energía y que puedan constituir o participar en sociedades, cualquiera que sea su forma, con un objeto que se relacione con sus fines". Permite la cesión de acciones por parte de las empresas a organismos públicos como el Inega, Igape, Xesgalicia o el estatal Idae. Esta condición "voluntaria" está acompañada de los bonos eólicos, así como de vincular el pago de los terrenos a la producción de un parque. Entre las tres condiciones de redistribución del negocio eólico "no podrán sumar más del 30%" de la puntuación total en el concurso público. "Es legal y si dentro de 12 años viene un juez y nos dice que no, pues tendremos que cambiarla", explicó Blanco.
- Repotenciación
El nuevo modelo eólico puntuará la repotenciación de los parques en funcionamiento, siempre que no se aumente el número de molinos instalados. Persigue ganar producción de electricidad eólica sin ocupar nuevos montes. Hasta ahora, la Xunta no primaba la sustitución de aerogeneradores antiguos.
- Empresas solventes
Cualquier empresa que quiera concursar debe tener al menos unos recursos propios del 20% de la inversión necesaria (instalar un megavatio eólico cuesta 1,2 millones de euros). En la etapa del PP se adjudicaron más de 120 megavatios a sociedades con 3.000 euros de capital social; la mayoría de ellas no ha instalado un solo molino y se ha dedicado a revender los papeles (a 150.000 euros por megavatio) en el mercado especulativo.
- Plazo: 12 meses
El nuevo Decreto Eólico establece que los adjudicatarios tendrán un plazo máximo de 12 meses para poner en marcha el parque, una vez autorizado. La medida entraña una dificultad: actualmente los fabricantes de aerogeneradores tardan dos años en servir un pedido, el doble del plazo que otorgas la Xunta.
- Apertura del sector
La Xunta declara caducados los parques eólicos que no hayan sido construidos y permite la entrada de nuevas compañías al sector.
El concurso, en enero
La Consellería de Industria convocará, a finales de enero, el concurso público de los 2.500 megavatios eólicos que pretende autorizar hasta el año 2012. Será el mayor concurso eólico desarrollado hasta ahora en España, según confirmó ayer el responsable del departamento, Fernando Blanco. El concurso incluye toda la potencia posible: los nuevos parques eólicos y los nuevos molinos que sustituyan a los más obsoletos (repotenciación). En total se prevé la instalación de unos 2.000 nuevos aerogeneradores, de los que unos 400 se emplazarán en parques ya ocupados por molinos de baja potencia eléctrica.
La Xunta del PSOE y BNG ha tardado dos años y medio en echar abajo el modelo eólico desarrollado por el PP entre 1995 y 2006. En la era Fraga se concedió la instalación de 4.300 megavatios, de los que 2.600 ya están en funcionamiento. Si el nuevo Gobierno no hubiese desechado el modelo anterior (declarando la caducidad de parques no desarrollados) realmente sólo podría haber repartido 400 megavatios nuevos, sin incidencia en el sector.
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