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El plan de la muralla árabe de Valencia está estancado

Sara Velert

Teresa de Fe, de 59 años, se salvó por los pelos de quedar sepultada bajo los escombros cuando hace unas semanas se derrumbó parte de su edificio en la calle de Salinas de Valencia. Su piso estaba pendiente de expropiación, con derecho a realojo, dentro del llamado plan de la muralla árabe de El Carme, un programa de recuperación de los restos históricos, de rehabilitación de inmuebles y dotación de nuevos servicios en el corazón del barrio. Acordado en febrero de 2004 tras muchas reuniones con los vecinos afectados, el plan está prácticamente estancado desde que se aprobó definitivamente dos años después. A Teresa la larga espera la ha dejado sin piso y con la amenaza de una factura por la demolición de los restos de su edificio.

Ni el Ayuntamiento ni la Generalitat, que trabajan de la mano en la rehabilitación de esta parte de El Carme, se han ocupado de su caso, denuncian los vecinos. La portavoz socialista en el Ayuntamiento, Carmen Alborch, visitó ayer los restos de la muralla y la zona con concejales y vecinos, y pidió que el plan "salga de los cajones" para frenar el deterioro del entorno de la plaza del Ángel y las calles cercanas. El concejal delegado de Urbanismo, Jorge Bellver, del PP, rechazó las críticas socialistas y aseguró que los proyectos del plan ya están redactados.

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Sobre la firma

Sara Velert
Redactora de Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1993, donde ha pasado también por la sección de Última Hora y ha cubierto en Valencia la información municipal, de medio ambiente y tribunales. Es licenciada en Geografía e Historia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, de cuya escuela ha sido profesora de redacción.

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