La semana acaba en tablas

A primera vista podría parecer que la Bolsa se ha pasado una semana casi en blanco. Tablas. Apenas ha ganado un 0,38%, con lo que el Ibex 35 se ha situado en los 15.819,6 puntos. Pero no es exactamente así. Lo cierto es que la Bolsa española ha dado cada día ligeros pasos hacia arriba y hacia abajo que se han saldado con un leve movimiento al alza. Suficiente para acercarse un poco más a la cota de los 16.000 puntos.

La altura en la que se encuentra la Bolsa no invita a grandes aventuras. Y eso que se acerca el cierre del ejercicio y la tradición dicta que hay que salir de compras para mejorar el resultado anual.

Al mal de alturas se suma la crisis crediticia instalada en los mercados, como puede comprobarse casi a diario en los tipos de interés interbancarios. El pasado viernes, el Euríbor a tres meses, el mejor termómetro para saber si se ha superado la falta de confianza entre los bancos, ha subido hasta cotas desconocidas desde hace siete años. Es decir, la desconfianza sigue reinando en las relaciones interbancarias.

El papel de principal protagonista de la semana ha correspondido al presidente del Banco Central Europeo. A la salida de la reunión mensual del máximo órgano monetario europeo, el pasado jueves, Jean-Claude Trichet reconoció que las tensiones inflacionistas de los últimos meses le habían llevado a contemplar una subida de los tipos de interés de euro. Todo un jarro de agua fría para los mercados. Y actuaron en consecuencia: de las ganancias a las pérdidas en apenas unos minutos.

Pero igual de rápido los mercados han olvidado las palabras de Trichet. Prefieren escuchar los cantos de sirena que se oyen en Estados Unidos. Cantos que de forma casi unánime entonan una melodía que prevé una próxima bajada de los tipos de interés del dólar por parte de la Reserva Federal para reanimar la economía. Y esto arrastra a los índices estadounidenses hasta zonas de máximos.

No cambia el escenario en Europa, donde los mercados han avanzado más que los españoles. Londres se ha puesto a la cabeza con unas ganancias del 1,90%. Tras ella, Francfort. La renta variable alemana consolida su posición como el gran mercado europeo más rentable en lo que va de año, una posición que a estas alturas del curso difícilmente perderá.

Por lo que respecta los mercados de divisas, el cambio entre la moneda europea y la estadounidense se ha estabilizado en torno a los 1,46 dólares por euro. Tres céntimos menos del máximo que alcanzó la semana pasada. Sorprende la firmeza del billete verde frente a la divisa comunitaria esta semana a la vista de la unanimidad que hay en los mercados sobre una próxima bajada de los tipos de interés de dólar, una decisión que suele perjudicar la cotización de esta divisa.

El crudo, por su parte, se ha alejado de la cota de los 100 dólares por barril, pese a que la Organización de Países Productores de Petróleo decidiera no aumentar la producción. El barril brent, de referencia en Europa, se ha pagado casi toda la semana por debajo de los 80 dólares.