Una de las heridas dice que el autocar iba muy deprisa

Uno de los dos conductores del autobús portugués que sufrió un accidente el viernes por la noche en La Sentiu de Sió (Lleida), José P. B., de 62 años, murió ayer de madrugada en el servicio de Urgencias del hospital Arnau de Vilanova. En el mismo lugar del siniestro fallecieron los pasajeros Adelino S. R., de 54 años, y Rosa F. S. G., de 55.

Otras 13 personas resultaron heridas y 7 siguen ingresadas. Los médicos temen por la vida de dos de ellas. Todas las víctimas y los heridos eran portugueses, trabajaban en Andorra y La Seu d'Urgell, y se dirigían a su país para pasar las Navidades.

Otro autocar volcó en 2005 en el mismo punto y hubo heridos

El accidente se produjo sobre las 23.15 horas en el kilómetro 33 de la carretera C-13, cuando el vehículo, de la empresa Socin Tarbus, que realiza viajes regulares internacionales, se salió de la carretera al tomar una curva y, tras romper la valla protectora, se precipitó al lecho del río Sió desde unos seis metros de altura. El autocar dio una vuelta de campana y volvió a quedarse sobre las cuatro ruedas, pero el techo quedó muy deformado y dificultó el rescate de las víctimas, algunas atrapadas entre los hierros.

Los Mossos d'Esquadra investigan las causas del accidente, pero no descartan ninguna posibilidad. Las pesquisas se centran en el análisis del tacógrafo y las declaraciones de los heridos. En la curva en la que se produjo el siniestro la velocidad está limitada a 70 kilómetros por hora y antes de salirse de la vía el autocar dejó en el asfalto un rastro de frenada de más de 50 metros. Uno de los pasajeros explicó que el vehículo iba a mucha velocidad, por lo que ésta o una distracción podría ser la causa del suceso. "Mi prima Sandra me ha dicho que el autobús iba a muy rápido cuando tomó la curva que daba entrada al puente", explicó Bruno, un joven portugués que vive en La Seu y que acudió al hospital para visitar a su prima, que resultó herida en una pierna.

El alcalde La Sentiu de Sió, Marcel.lí Guillaumet, pidió ayer a la Generalitat que mejore el trazado del tramo de la carretera C-13 por considerarlo peligroso. "Hay dos curvas de unos 90 grados, muy cerradas, que obligan a conducir con mucha atención y precaución", recalcó el alcalde, que recordó que en 2005 un autocar ya sufrió un accidente similar al del viernes, con el resultado de 15 heridos. Según Guillaumet, suelen registrarse en ese punto númerosos accidentes de coches que circulan a demasiada velocidad o de camiones que han perdido la carga por no frenar a tiempo. "Hasta ahora ha habido sólo daños materiales y no queremos más desgracias personales", dijo el alcalde, que explicó que los vecinos de la zona circulan con precaución por ese tramo, muy concurrido por los conductores que acuden a Andorra a comprar y en invierno a esquiar