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Análisis:A la parrilla
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Una hora antes

Juan Cruz

Ferlosio dice que en este país nadie se deja convencer. Llamazares escribió Nadie escucha. Ninguno estaba pensando en la televisión, pero los dos retratan el medio. En el medio se grita para no escuchar. El ruido no deja ver el bosque. Se insulta en las series, se grita en los debates. Todo el mundo grita. Dice Javier Pradera que tener razón está bien, pero cargarse de razón hace perder la razón. Cargarse de razón genera monstruos. El otro día apareció en la prensa que un matrimonio se insultó tanto que tuvo que intervenir el juez para multarlos. Pensé: "Insultos así escuché el otro día en Escenas de matrimonio". Insultos así, y más gordos. Nos asustamos cuando los insultos se reproducen en la vida real, nos parecen ficción, y de lo más divertida, cuando los escuchamos en la tele. En efecto, son guiones muy divertidos, muy bien hechos, por profesionales seguramente muy capaces; su eficacia adormece, en el sentido de que impide ver el bosque. Hace una semana escuché a una esposa decirle a su marido en la serie: "Me gustaría que fuéramos a vivir a Canarias". "¿Y eso?", le preguntó el hombre. "Porque así te podré insultar una hora antes". Luego le dijo la mujer que él tenía cara de mojo picón, a lo que el marido replicó que ella tenía menos gracia que las papas arrugadas (los peninsulares dicen que decimos papas arrugás; en Canarias no nos comemos la d). Así que se querían insultar una hora antes. En los debates también se insulta, y de qué manera. A veces se insulta la palabra debate propiamente dicha. Anteayer, Ana Pastor se las veía y se las deseaba para calmar la diatriba que mantenía Antón Losada con el secretario de comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, en 59 segundos. Losada decía cosas muy sensatas, pero perifoneaba cuando hablaba Elorriaga, y eso le perdió: se cargó de razón, daba la impresión de que no escuchaba. Un silencio a tiempo es mejor que un argumento. En la tele, al menos.

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