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LA CALLE | Rutas
Columna
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La muralla del Cadí

A la salida del túnel del Cadí, procedente de Barcelona, el viajante se encuentra con uno de los valles históricos de Cataluña: la Cerdanya. Es un paraje que cautivó a la burguesía catalana del siglo XIX por la tranquilidad de sus paisajes naturales, un valle cerrado, fortificado por una gran muralla natural que se convirtió, una vez descubierta y explorada, en uno de los macizos más bellos del Pirineo: el Cadí. El viajante no sólo tiene acceso a la gran llanura, sino que también puede apreciar unas espectaculares paredes verticales de roca calcárea que alcanzan desniveles de hasta 500 metros, unas paredes que sirven de escuela para los alpinistas de éxito en las grandes cumbres del planeta.

La ruta propuesta esta semana es una excursión de alta montaña con destino final en Prat del Cadí. Este paraje es uno de los rincones más maravillosos de la sierra y de las montañas catalanas. Desde el sencillo pueblo de Estana hasta el agradable camino que se asciende por el bosque y el extenso prado, que se alarga como un rincón de paz bajo las impresionantes murallas y los canales de la vertiente norte del Cadí, hacen de este itinerario una excursión excepcional.

No se asusten. No implica ninguna escalada ni la utilización de herramientas técnicas de las que usan los alpinistas. Únicamente varias recomendaciones: ir con un buen calzado, tener una buena preparación física, tener presente que hay fuertes pendientes y refugiarse en caso de tormenta. Y si la excursión se realiza a finales de otoño o en invierno, la ruta es ideal para los excursionistas experimentados en caminar con raquetas sobre la nieve.

Se inicia la ruta en el Coll de Pallers, en dirección a la muralla del Cadí. En pleno parque natural, pronto se gira a la derecha (está muy bien indicado) dejando el amplio camino. Pronto se llega a otro collado, el Coll de Reineres, y después de una fuerte subida nos situamos en el Collet Roig. Un caminito que va siguiendo la montaña nos llevará al extremo norte del Prat del Cadí. El espectáculo es fascinante. Las ilustres rocas de la muralla se alzan hacia el cielo: el pico de la Costa Cabirolera, el canal de Estana, la Roca Verda, el canal de Cristall y la roca del Ordiguer. Unas rocas llenas de vías de escalada. Un terreno privilegiado para los escaladores de nieve y hielo.

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