_
_
_
_
_
Reportaje:Fútbol internacional

Lanús da el golpe en La Bombonera

El modesto equipo bonaerense se proclama por primera vez campeón del Torneo de Apertura

Alejandro Rebossio

Lanús, el suburbio bonaerense donde nació Diego Armando Maradona, parió ayer otro campeón. Por primera vez en su historia, el Club Atlético Lanús se consagró como el mejor de Argentina y lo hizo nada menos que empatando (1-1) a Boca Juniors en su intimidante Bombonera. Desde hace 23 años, ningún conjunto se sumaba a la lista de 14 campeones argentinos. El número 15 pasó a ser Lanús, un equipo chico proveniente de una localidad obrera separada por el contaminado Riachuelo del Sur de la ciudad de Buenos Aires, un club fundado en 1915 que se ha agrandado a fuerza de un trabajo serio y de largo plazo.

Boca sólo permitió que 3.000 hinchas de Lanús asistieran a la última jornada del Torneo Apertura. Había perdido la posibilidad de ser campeón en el anterior partido contra Tigre, otro chico del Norte del Gran Buenos Aires que era el único que podía amargar la fiesta del Granate.

A pesar de la silbatina del público boquense -excepto de Maradona, que abogó por la visita-, Lanús mostró desde un principio lo que mejor sabe hacer: presionar al rival, defenderse siempre e intentar contragolpes rápidos desde los pies del omnipresente Diego Valeri hasta los delanteros: el corpulento José Sand -ex de River Plate- y el virtuoso Lautaro Acosta, campeón mundial sub 20 este año con la selección nacional.

Después de una primera media hora en la que un despreocupado Boca se acercaba más, aunque sólo con un gol fallado por Bueno, Lanús comenzó a cambiar pelotazos mediocres por pases precisos y en el minuto 37 Valeri conectó un tiro de esquina en la cabeza de Sand para marcar el único gol de su equipo en el partido.

A los 10 minutos del segundo tiempo, los 3.000 hinchas de Lanús se hicieron sentir otra vez: Tigre pasaba a perder por 0-1 ante Argentinos Juniors. Pero el público de Boca no se resignó y Mauro Boselli conectó un pase a Martín Palermo, que empató el encuentro a los 21.

Boca cumplió su clásico papel de atacar. Lanús, el de aguantar. Pero, finalmente, el Granate se convirtió en el quinto equipo en la historia del fútbol argentino en dar una vuelta olímpica de visita en La Bombonera.

Lo mejor del fútbol argentino juega en el exterior y a la Liga local, poblada de juveniles que aún no partieron y veteranos que ya regresaron, no le sobran las estrellas. Pocas jornadas antes de finalizar el Apertura, casi la mitad de los equipos tenían posibilidades de convertirse en campeones, dada la irregularidad de sus campañas. Sólo al final Lanús, Tigre y Boca se separaron de los demás. El Granate ganó 11 partidos, empató cinco y perdió tres. Superó por cuatro puntos a Tigre.

Lanús se valió de un entrenador que lo impulsó a robar balones de forma constante y a brillar con ataques incisivos, con numerosos jugadores juveniles: Ramón Cabrero, que nació en Santander hace 60 años, emigró a Argentina a los cuatro, jugó en Lanús, triunfó en el Atlético de Madrid en los años 60 y en 2005 dejó de dirigir la cantera del Granate para hacerse cargo del primer equipo. Con Cabrero, Lanús ya había sido el año pasado subcampeón por tercera vez en su historia.

El Granate había estado a punto de quebrar y había caído a la tercera categoría del fútbol argentino a finales de los 70, pero desde entonces los dirigentes de distintos sectores se unieron para sanear las cuentas, sumar socios y apostar por la cantera. En 1992 volvió definitivamente a la Primera División y en 1996, con Héctor Cúper como director técnico, ganó un certamen suramericano, la Copa Conmebol. En aquellos años surgieron Ariel Ibagaza y Gabriel Schurrer.

Entre los puntales de Lanús de hoy figuran su portero Carlos Bossio -en la selección argentina-, el defensa Rodolfo Graieb y los robabalones del medio campo Agustín Pelletieri y Matías Fritzler. Todos son obreros de este Getafe argentino.

Corinthians, a Segunda

El descenso del Corinthians a la Segunda División del fútbol brasileño acaparó toda la atención de la última jornada de la Liga pese a que también estaban en juego una plaza para la Copa Libertadores y variass para la Copa Suramericana. El São Paulo ya era campeón

El Corinthians, el segundo club más popular de Brasil, después del Flamengo, y el que más televidentes atrae en las transmisiones, sufrió un revés en su visita a Porto Alegre y terminó entre los últimos cuatro de la clasificación.

Campeón brasileño en 2005, cuando se reforzó con el argentino Carlos Tevez, y con 33 millones de hinchas según las encuestas, el Corinthians necesitaba la victoria ante el Gremio para permanecer en el grupo de honor, pero apenas consiguió un empate (1-1).

El descenso del club blanquinegro cayó como un balde de agua en São Paulo, la mayor ciudad de Brasil, sede del Corinthians y que concentra a la mayoría de sus seguidores. Pero, si gran parte de la urbe cayó en llanto y hasta los médicos recomendaron cuidado con los problemas cardíacos, la otra mitad, compuesta por fans del São Paulo, el Palmeiras y el Santos, conmemoró la caída del rival.

Los jugadores del Lanús celebran su título.
Los jugadores del Lanús celebran su título.REUTERS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_