Ronaldinho asume su estatus de suplente

A Ronaldinho nunca le gustó que le cambiaran y, además, siempre quiso disputar hasta los partidos amistosos. Así ha sido siempre hasta la actual temporada. El gaucho cambió la historia del Barça y su simbolismo no admitía el mismo trato que el de cualquier futbolista. Hasta que Frank Rijkaard se encontró ante el dilema de recuperar al jugador o al equipo y ha decidido empezar por el colectivo. Ronnie no es el que juega mejor porque ya no es ni el que más juega. 137 partidos le contemplan. Hasta llegar el sábado a Montjuïc, 136 los disputó como titular, todos. En el Barça sólo había sido suplente tres veces: en Gramenet, Donetz y Lyon. El sábado repitió en el clásico barcelonés. Nunca hasta ahora se había perdido tantos partidos en el primer tramo de curso.

A su manera, Rijkaard ha encontrado en la suplencia de Ronaldinho una respuesta a cuantos le exigían mano dura y Ronnie no le podrá echar nada en cara. "El mister lo ha intentado todo antes de dejarle en el banquillo. Otro no habría sido tan respetuoso"·, advierte uno de los colaboradores del técnico. "Tengo que elegir a once", responde Rijkaard, que casi le pidió disculpas cuando no le puso de titular ante el Espanyol: "Lo siento".

Quienes mejor conocen a Rijkaard dan por sentado que decidió prescindir de Ronaldinho para la alineación cuando se vio superado por la evidencia. Justo cuando se presumía que iba a ser suplente ante el Recreativo, el brasileño se borró y la decisión se retrasó hasta Lyon. En Montjuïc, el sábado, se repitió y, consecuentemente, el estatus del jugador ha variado sensiblemente.

Llegados a este punto, 10 futbolistas han jugado más minutos en la Liga que el gaucho. Iniesta, Xavi y Valdés (14 partidos), Abidal y Messi (13), Henry, Touré y Milito (12), Zambrotta (11) y Puyol (9) acumulan más presencias que Ronaldinho (9 y en cinco fue sustituido).

"Preguntarle al mister. Yo trabajo para jugar. Como todos mis compañeros", aseguró Ronaldinho a la salida de Montjuïc. No pareció afectado cuando Rijkaard le comunicó la decisión el sábado por la mañana. En el banquillo se le vio bromear con Ezquerro y después, durante el partido, jugueteó con un recogepelotas. Le preguntó al chico: "¿Debes de ser del Barça, ¿no?" Y acabó por regalarle la camiseta. "Por dentro, se cabrearía como todos cuando no jugamos", reconoció Iniesta; "por fuera, se ha comportado como un profesional".

A su lado, Bojan terciaba con su cara de niño: "Es increíble que juegue yo y Ronaldinho sea suplente". Ronnie entró en el campo por Bojan a la hora de partido y tuvo tres ocasiones: un libre directo, un cabezazo y un rechace de Kameni. El técnico entiende que para su estado de forma le beneficia salir en el último tramo, cuando el partido está madurado.

La ausencia de Ronaldinho favorece el protagonismo de Messi, más que nada porque el argentino busca constantemente al brasileño si está en el campo. La pulga se lleva estupendamente con él y no cree que su presencia contamine su juego y el del equipo. Rijkaard, de momento, ha intervenido, como es su costumbre, de forma educada y resolutiva.