El Ejército de Israel mata a seis palestinos en Gaza

En el barrio de El Amal, en Jan Yunis (Gaza), varias familias instalaban ayer sillas y carpas para recibir las condolencias por los cinco milicianos de Hamás muertos por la mañana en un ataque de la aviación israelí en las cercanías de la frontera, patrullada día y noche por jóvenes palestinos armados. Esta zona, en el centro de la franja, es la más castigada en las últimas semanas. El sexto fallecido es miembro de Yihad Islámica. Desde el jueves han muerto al menos 16 islamistas y 150 desde que a mediados de junio el movimiento fundamentalista se hiciera con el control absoluto del territorio ocupado.

Las continuas operaciones de los soldados israelíes pretenden alejar a los milicianos de las proximidades del muro y las vallas fronterizas e impedir el lanzamiento de cohetes artesanales. Es improbable que lo consigan. Desde el 15 de junio, un total de 510 proyectiles de mortero y 400 cohetes Kassam han sido disparados sobre los pueblos y ciudades israelíes cercanas a Gaza, sobre todo Sderot. No han causado víctimas mortales.

El peligro, no obstante, puede extenderse más allá de los pequeños kibutz y pueblos atacados hasta la fecha. Varias milicias, entre ellas el brazo armado de Hamás, han anunciado que ya disponen de cohetes que pueden alcanzar los 22 kilómetros y con cargas explosivas superiores a las actuales. "Las verdaderas salvas todavía no han comenzado", advirtió Abu Muyahid, portavoz de los Comités de Resistencia Popular. El objetivo es colocar en el punto de mira el distrito de Ashkelón, a 10 kilómetros al norte de la franja, donde viven más de 400.000 personas.