Los obispos reafirman que no se puede dialogar con terroristas

"Una sociedad que quiera ser libre y justa no puede reconocer explícita ni implícitamente a una organización terrorista como representante político legítimo de ningún sector de la población, ni puede tenerla como interlocutor político". Ésta es la tesis oficial de los obispos españoles sobre el terrorismo, que ayer volvió a recordar la Conferencia Episcopal Española (CEE) con palabras de la instrucción pastoral Orientaciones morales ante la situación actual de España, del 23 de noviembre de 2006. Los prelados también volvieron a llamar a la unidad para combatir a ETA. Dicen: "El Gobierno, los partidos políticos y todas las instituciones estatales tienen que trabajar conjuntamente, con todos los medios legítimos a su alcance, para que llegue cuanto antes el fin del terrorismo. Todos están obligados a anteponer la unión contra el terrorismo a sus legítimas diferencias".

El comunicado de condena por el atentado de ayer lo leyó el portavoz de la CEE, Juan Antonio Martínez Camino, en una conferencia de prensa convocada previamente para valorar la última encíclica del papa Benedicto XVI. "El terrorismo", leyó el portavoz, "no produce sólo desgracias personales y familiares; genera también en la sociedad un grave deterioro moral" porque convierte en moneda de cambio "la vida y la dignidad de las personas". "Pedimos a las comunidades cristianas que perseveren en la oración por las víctimas. Que Dios otorgue sabiduría y fortaleza a los gobernantes en sus decisiones y acciones", concluyen los prelados.