"Ya no tenemos más límite para recortar"

Carlos Rubio (Melilla, 45 años), coordinador de Hacienda y Personal del Ayuntamiento de Marbella (Málaga), es uno de los hombres fuertes de la alcaldesa Ángeles Muñoz (PP) y una pieza fundamental en el gobierno de la ciudad. Dirige las dos áreas más problemáticas: la gestión de una enorme plantilla engordada durante los gobiernos del GIL y el manejo de los pocos caudales que quedan en unas arcas acosadas por más de 500 millones de deuda.

Pregunta. Tras su experiencia en la gestora de Marbella, ¿se planteó continuar como la segunda entrega de un reto?

Respuesta. No tenía previsto volver a trabajar para Marbella, pero Ángeles Muñoz me lo pidió y me hizo ver lo importante que era el trabajo aquí. Esta es una ciudad en la que hay que echar el resto, hay que poner todos los esfuerzos y todos los recursos para sacarla adelante.

"Queremos una moratoria de la deuda sin intereses como el SAS"

P. Los sindicatos critican que usted no negocie con ellos.

R. Acepto todas las opiniones y las críticas. En relación con la supresión del seguro médico privado, que es lo que en este momento está provocando las protestas, entendemos que las arcas difícilmente se pueden permitir pagar una prestación que duplica a otra prestación pública. No los estamos dejando sin sanidad. Quiero dejar bien claro que en todo momento he tenido mi puerta abierta a ellos. Incluso cuando recibía los insultos más crueles les he dicho que estoy dispuesto a hablar, pero hay que comprender que son decisiones que hay que tomar.

P. La oposición socialista le acusa de crear división en el equipo de gobierno, por los agravios comparativos con el poder y los sueldos de los concejales.

R. Eso es una patochada. Si hay algo que está clarísimo es que hay un equipo de Gobierno perfectamente cohesionado, cada uno es consciente de sus responsabilidades y del papel que deben cumplir. Aquí no hay ningún problema, hay una dirección clara y absoluta que son las líneas que Ángeles Muñoz marca como alcaldesa. Es curioso que una agrupación que todavía no ha decidido quién es su portavoz, que tienen un gran lío, se permitan el lujo de decir que en el equipo de gobierno hay división.

P. ¿Cuáles han sido las claves de los presupuestos?

R. Para mí la clave está en el recorte de gastos de funcionamiento del 17%. Esto no lo consigue prácticamente nadie. He analizado presupuestos de otras ciudades con problemas, como Jerez, y cuando se plantean recortes mucho más modestos no son capaces de cumplirlos ni el primer año.

P. El 20 de diciembre cumple la moratoria del pago de la deuda de 96 millones con Hacienda y en enero, de los 164 que deben a la Seguridad Social. ¿Qué va a pasar si no se consigue el aplazamiento hasta 2010?

R. Incluso con las pocas fechas que quedan no puedo concebir que desde los ministerios de Hacienda y Trabajo, se nos vaya a apretar financieramente cuando durante 15 años no han sido capaces de cobrar esa deuda. El Ayuntamiento paga religiosamente sus cargos de Seguridad Social y Hacienda que son cuatro millones cada mes. Lo único que pedimos es que nos den un aplazamiento, no que la condonen, que ya nos gustaría (ríe). Los hospitales del SAS tienen una moratoria concedida en 2005 y que se ha prorrogado en las sucesivas leyes de presupuestos. Hoy en día siguen sin pagar y sin acumular intereses. Eso es lo que queremos.

P. Ustedes mantienen que la Seguridad Social les ha pedido una reducción de plantilla para renegociar la deuda, pero en la Tesorería lo niegan.

R. Ellos pueden negar lo que nos dicen en las reuniones, pero lo cierto es que lo dicen. No podemos hacer nada, porque no tomamos acta de las reuniones. Nosotros no queremos hacer una regulación de empleo, pero hemos propuesto una serie de recortes en gastos de personal.

P. ¿Los 20 despidos de las últimas semanas afectan a las mismas personas que ya intentó echar la gestora?

R. No sabría decir a ciencia cierta, pero creo que no. Son despidos fundamentados en razones económicas objetivas. Hay cargos cuyas retribuciones no se corresponden con el nivel real de responsabilidad y objetivamente hay que amortizar esos puestos. Otros son disciplinarios muy justificados, porque no venían a trabajar.

P. ¿Entra dentro de sus propuestas ofrecer una reducción de sueldos para evitar despidos?

R. Sí, hay cargos a los que se va a intentar adaptar a la realidad salarial de Marbella.

P. Después de un año y medio haciendo recortes ¿Por qué agujero del cinturón va apretando?

R. Estamos llegando al límite, casi al último. Ya no tenemos mucho más. Siendo realista queda poco por apurar. Lo que resta es más bien una reestructuración del propio ayuntamiento. La herencia organizativa que hemos recibido del GIL es nefasta y hemos de hacer un enorme esfuerzo de reestructuración. Vamos a intentar que no tenga un coste elevado, pero es difícil que nos ahorre mucho dinero.