Calvo Sotelo, al mar de cabeza
El grupo que retiró el busto del político de Tui lo embarcó para hacerlo desaparecer
José Calvo Sotelo, protomártir de la Cruzada y del Movimiento Nacional, es ahora, además, náufrago en aguas gallegas. Este hijo predilecto de Tui, ministro en la dictadura de Primo, exiliado y líder monárquico con escaño asegurado en la Segunda República, murió en Madrid, asesinado por un miembro de La Motorizada, guardaespaldas de Indalecio Prieto, cinco días antes del Alzamiento. Pero ahí no se acabó todo.
En su villa natal fue degollado 70 años después y arrojado al mar 71 otoños más tarde. El año pasado, la cabeza de su estatua de granito, erigida en el centro de Tui, fue rebanada a la luz del día, mientras que el pasado 20-N desapareció un busto de bronce que lucía desde hace medio siglo en el fondo de una galería de la segunda planta del ayuntamiento.
Nós-UP ha retirado unos 200 símbolos fascistas y prevé 170 acciones más
Días antes del 20-N, los independentistas dicen que enviaron una carta al alcalde
"Lo único que hacemos es ahorrar a los políticos un trabajo pendiente"
La versión oficial de esta historia más reciente quedó donde finalizaba el vídeo que colgaron en YouTube los miembros del partido independentista Nós-Unidade Popular, autores del último y el penúltimo castigo infligidos al dirigente de Renovación Española. En la secuencia, antes del fundido en negro, no se ve fundición alguna. Sólo un intento de corte con una sierra radial ante la que busto del prócer se muestra muy resistente. Cuando finaliza la secuencia, lo único que ha conseguido el disco cortante ha sido sacarle brillo a la nariz.
El vídeo concluye con una leyenda escrita en blanco sobre negro que viene a decir que el político de bronce acabó en una fundiçom. Pero lo cierto es que el busto de Calvo Sotelo, que hace una semana se llevaron tranquilamente en una bolsa de cuero dos jóvenes, "viajó en barco con destino incierto", según revela ahora el portavoz nacional de Nós-UP, Mauricio Castro.
El responsable de esta formación, que en cuatro años ya ha retirado cerca de 200 símbolos franquistas y falangistas de las calles y edificios públicos de Galicia, se niega a dar más detalles. "Después de estas acciones, nosotros nos protegemos", dice. Dentro de las propias filas del partido se mantiene un silencio absoluto o, como en esta ocasión, corren diferentes versiones. No se dice si la acción la ejecutaron miembros de la sede de Vigo, de la de O Condado o de la de Pontevedra. No se cuenta si el taller en el que fue serrado el busto está en O Rosal "o mucho más lejos". Y tampoco se explica en qué puerto fue embarcado y en qué lugar se arrojó al mar.
Incluso sobre los últimos estertores de la cabeza "existen dos versiones dentro de Nós-UP: la primera defiende que fue fundida y la segunda, que simplemente fue serrada", sigue explicando Castro, para que resultase más discreto su transporte. "El objetivo era convertirla en irrecuperable, y eso está hecho", concluye.
Según el portavoz de este grupo independentista que hace medio año entregó en la Xunta un centenar de placas, escudos y demás "símbolos fascistas" retirados de las calles, tras esta última acción "no ha habido ningún tipo de denuncia"; "nadie", se ha dirigido a ellos reclamándoles la cabeza. Es más, días antes del 20-N, Nós-UP "envió una carta al alcalde" de Tui, Antonio Fernández Rocha, "advirtiéndole" del golpe que se iba a llevar a cabo. Lo sorprendente es que no se tomasen medidas para proteger el busto, que ni siquiera estaba pegado al pedestal de mármol negro que lo sustentaba. Sólo después de la acción, el gobierno local limitó el acceso al consistorio, tanto para el público como para el propio personal, a una sola puerta.
En la secuencia que se puede ver en Internet sorprende la limpieza con la que se sustrajo el bronce de la cámara municipal en horario de oficina. Nadie se dio cuenta, igual que nadie notó el año pasado que unos jóvenes desmochaban la estatua de granito en plena calle y a pleno día. "Actuamos con rapidez. No se trata de provocar ni de montar un escándalo. Teniendo medios se puede hacer con la máxima discreción, y la verdad es que hemos realizado acciones mucho más llamativas, como cuando derrumbamos en Narón la estatua más antigua de Franco, anterior al 36, o pintamos la fachada de su casa", cuenta con orgullo Mauricio Castro.
"Nos consideramos totalmente legitimados", justifica, "da la impresión de que los gobernantes no quieren cumplir la ley. Que se dejen de historias, de multas y de juicios... Nosotros lo único que hacemos es ahorrarles un trabajo que tienen pendiente". Y en eso, anuncia, seguirá Nós-UP en adelante. En su censo gallego de símbolos fascistas todavía restan unos 170 recuerdos en pie.
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