Encadenados por el desalojo
Dos jóvenes se encierran en un túnel contra el cierre de un centro 'okupado'
"Si estáis viendo este vídeo es porque ha comenzado el desalojo de Casas Viejas". Así empieza la cinta que la asamblea de resistencia del Centro Social Ocupado y Autogestionado (CSOA) Casas Viejas, en el sevillano barrio de la Macarena, distribuyó ayer entre la policía y los medios de comunicación.
Dos jóvenes se niegan a salir de un túnel donde se encadenaron ayer
Por orden judicial, a las ocho de la mañana comenzó el desalojo del inmueble. Y al cierre de esta edición dos okupas continuaban encadenados a una galería subterránea, de donde se niegan a salir "hasta que se vaya la policía". Además, otros 20 jóvenes se encerraron a las 21.30 de ayer en el centro cívico La Sirena, en la Alameda de Hércules, de forma "indefinida" y por solidaridad con los dos okupas.
El vídeo explicaba que las dos personas encerradas en el túnel "no pueden desatarse a sí mismas", que no poseían la llave de los candados y que su vida podría correr peligro "si los sistemas de ventilación fallan o se desploma el techo". La portavoz de la policía aseguró anoche que los jóvenes se encontraban "bien" y que primaba su integridad física, aunque les han retirado la comida "para ver si salen por agotamiento". Un centenar de simpatizantes protestó con una cacerolada y marchas por las calles, una de las cuales terminó con una carga policial y cinco personas heridas leves.
Desde las ocho de la mañana de ayer los vecinos del sevillano barrio de la Macarena se despiden del Centro Social Ocupado y Autogestionado (CSOA) Casas Viejas. A esa hora, 60 efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, el Grupo de Operaciones Especiales y el Cuerpo de Bomberos de Sevilla comenzaron con el dispositivo para llevar a cabo la orden judicial de "desalojar de personas ajenas el edificio y dejar libre las casas", según explicaron fuentes policiales.
En el interior del inmueble los agentes encontraron una resistencia "pasiva" consistente en candados y colchones apilados para dificultar la entrada. Cuatro jóvenes que estaban encadenados fueron liberados con cizallas pero otros dos hombres permanecían a última hora de ayer, también encadenados, en una galería subterránea excavada por la asamblea de resistencia del centro social.
La galería en que se encuentran consiste en un túnel horizontal de cuatro metros de longitud que parte de una galería vertical excavada a otros cuatro metros de profundidad. Tras una puerta metálica, que la policía consiguió derribar a media tarde, se encuentran los dos hombre con uno de sus brazos introducido en un tubo de hierro metido en hormigón. Allí se anclaron con cadenas. Las dimensiones son reducidas por lo que la policía aún barajaba anoche la mejor opción para sacarlos.
Fuera del recinto unos miembros del centro decían que alguien "en el exterior" tenía la llave de los candados y otras que ésta "se tiró" cuando se tomó la decisión del encierro subterráneo. En lo que coinciden las versiones es que los detalles de la acción "eran secretos para la mayoría" de participantes del centro. Lo que piden es que les saquen "operarios especializados del Cuerpo de Bomberos, evitándose la temeridad y las prisas propias del Cuerpo Nacional de Policía" o que "se marchen" y entonces ellos mismos les sacarán "excavando otro túnel".
Los ocupantes del inmueble explicaron en un vídeo la decisión: "Aunque no sea algo legal, creemos que es lo justo; estamos demostrando que es posible la resistencia y desobedecer los procesos económicos injustos". Según los portavoces, hace un año tomaron la decisión de resistirse "pacíficamente" a abandonar el lugar y fue entonces cuando idearon un túnel que no piensan abandonar "hasta que se vaya la policía y sigamos gestionando el centro". Unos okupas de Londres ya protagonizaron un encierro similar.
Los portavoces del centro y una mediadora que estuvo con ellos durante 10 minutos aseguraron que la policía trató de sacarles "tirando de ellos" y que les habían quitado el agua y los alimentos. Por su parte, fuentes policiales negaron la primera acusación aunque confirmaron la segunda: "Se lo hemos retirado para ver si por agotamiento deciden salir ya que no podemos sacarles por la fuerza y tememos que si se hace un túnel paralelo se pueda producir un corrimiento de tierras que ponga a todos en peligro".
El operativo policial duró todo el día mientras en el exterior del edificio un centenar de simpatizantes protestaba por el desalojo. Por la mañana se concentraron frente al edificio y protagonizaron una cacerolada. Cerca del mediodía, trataron de cortar al tráfico diversas calles adyacentes tras lo que iniciaron una marcha hacia el centro de la ciudad.
Durante este camino se registraron diversas cargas policiales que, según los portavoces de Casas Viejas, terminaron con cinco heridos leves en los servicios de Urgencias. Por la tarde fue convocada otra concentración tras la que marcharon hasta Plaza Nueva, donde se encuentra el Ayuntamiento de la ciudad.
La portavoz policial aseguró anoche que los jóvenes se encontraban "bien" aunque se negaban a salir y que estaban velando "por su integridad física". Por otro lado, los miembros del colectivo social aseguraron que no pararán: "Esto no es el fin, es el principio de un nuevo proyecto". Ya lo dice la consigna que muchos coreaban: Un desalojo, otra ocupación.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.