Bilbao sostiene ahora que intentó que Calatrava ampliase su puente
El Ayuntamiento no hizo ninguna alusión a esa gestión durante el juicio
El Ayuntamiento de Bilbao se dirigió a los promotores del complejo de Uribitarte para que la conexión con el puente de Santiago Calatrava la realizase el arquitecto valenciano. La constructora, después de consultarlo con el japonés Arata Isozaki -el autor del proyecto- decidió que la realizase este último.
Con este dato, que no fue esgrimido por el Ayuntamiento durante el juicio ni figura en ningún lugar del sumario, el alcalde, Iñaki Azkuna, quiso justificar ayer por qué no se planteó a Calatrava que realizase la ampliación y que ni siquiera se le pidiese permiso, lo que llevó al arquitecto a presentar una demanda por vulneración de su obra que ha sido desestimada por el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Bilbao.
La sentencia considera "incomprensible" esta actitud municipal. "Acepto el coscorrón que nos da el juez, pero vale el global de la sentencia", recalcó el primer edil tras mostrarse "satisfecho" por un fallo que concluye que la ampliación del puente de Calatrava con la pasarela de Isozaki no transgredió la ley, pese a que se alteró la obra del primero, al primar el interés público sobre el derecho de autor. "Los argumentos del Ayuntamiento han sido escuchados", enfatizó Azkuna en un discurso conciliador. Desde que Calatrava planteó su demanda, el primer edil ha tildado de "pesetero del carajo" al artista valenciano y ha recordado las múltiples caídas de ciudadanos en su Zubi Zuri. "La obra es bella", afirmó ayer e incidió en que este litigio ha primado el "sentido común" al tratarse de una infraestructura para uso peatonal.
También fue comedido al comentar la reacción del estudio de Calatrava, que además de anunciar que recurrirá ha destacado que el fallo reconoce que se alteró la unidad de una "obra artística". "No queremos ganar por goleada", dijo Azkuna, quien reconoció que la sentencia le ha servido para "aprender lecciones" y realizar una serie de reflexiones que no quiso precisar.
El abogado del consistorio, Gonzalo Ruiz, manifestó que la sentencia les da la razón en la "argumentación fundamental", por lo que dijo desconocer qué alegará la defensa de Calatrava.
El consistorio busca un aval para cambiar las baldosas
Prudencia fue una de las palabras más repetidas en la comparecencia de ayer de Iñaki Azkuna, quien incidió en la necesidad de esperar a que la sentencia sea firme. "No haremos un movimiento hasta no saber lo del recurso", que ha anunciado el estudio de Calatrava.
Detrás de esta frase se esconde uno de los anhelos del alcalde: resolver definitivamente los frecuentes problemas de caídas en el Zubi Zuri. "Hay muy pocas denuncias para todos los que se han caído. Yo también me caí antes de ser alcalde", reconoció el primer edil. El Ayuntamiento también piensa en el interés público de la pasarela y el abogado Gonzalo Ruiz afirmó que, con un fallo firme contra Calatrava en esta demanda, "podría estar justificado el cambio de las baldosas".
El consistorio ya trató, poco después de su inauguración en mayo de 1997, de cambiar la superficie de vidrio, pero se encontró con la negativa rotunda del arquitecto valenciano por las alteraciones estéticas que ello supondría en su obra.
Azkuna detalló ayer las diversas soluciones puestas en marchas en los últimos años para acabar con el deslizamiento en los días de lluvia (aplicar resina o la colocación de cintas antideslizantes, última medida aplicada), pero asumió que no se ha dado con una solución definitiva. En los diez años de vida útil del puente, el consistorio ha tenido que sustituir sus 560 losetas de vidrio (muchas de ellas varias veces) que forman el tablero, con un gasto que no se ha cuantificado en detalle, pero que supera los 200.000 euros.
El asunto se debatirá hoy en el pleno municipal debido a una moción planteada por el PP que pide estimar todas las reclamaciones y caídas en el puente interpuestas por los viandantes desde su entrada en servicio hace ahora una década.
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