Northern Rock elige la oferta de Virgin con apoyo del Tesoro británico
HSBC absorbe dos de sus fondos, afectados por la crisis hipotecaria
Virgin Group, el conglomerado del carismático Richard Branson, dio ayer un paso decisivo para hacerse con el control del Northern Rock. Su oferta recibió primero el apoyo del consejo de administración del banco y luego el del canciller del Exchequer (ministro del Tesoro), Alistair Darling. A partir de ahora "se acelerarán las conversaciones" para buscar un acuerdo definitivo.
El grupo garantiza la devolución al Banco de Inglaterra de los préstamos
Pero los vaivenes que dieron ayer las acciones del Northern Rock en la Bolsa de Londres, donde primero cayeron a 70 peniques, luego se dispararon a 130 y acabaron cerrando a 110 peniques, da una idea de la confusión y las especulaciones que todavía rodean el futuro de este banco del Noreste de Inglaterra que en septiembre cayó víctima de la crisis de las subprimas hipotecarias en Estados Unidos y provocó momentos de pánico en el sistema financiero británico.
Uno de los focos de inestabilidad que aún permanecen apareció cuando uno de los principales accionistas del banco, la firma de inversiones RAB Capital, rechazó por insuficientes los 25 peniques por acción que ofrece Virgin. La oferta del grupo de Branson es bastante complicada: establece en tan sólo 200 millones de libras (263 millones de euros) el valor de compra de Northern Rock, pero ofrece a los actuales accionistas la oportunidad de comprar acciones al mismo precio (25 peniques).
De ese modo, Virgin y sus socios acabarían controlando el 55% del banco y los accionistas que quieran seguir en Northern Rock controlarían el 45% restante. La propuesta incluye una inyección de capital de 1.300 millones de libras (la mitad a cargo del nuevo consorcio y el resto mediante la ampliación del capital a los viejos accionistas) y el compromiso del repago inmediato de 11.000 de los 25.000 millones de libras que el Northern Rock ha tomado prestados del Banco de Inglaterra. El resto se devolvería de acuerdo con un calendario a pactar.
La oferta obtuvo el apoyo del consejo de administración porque ante la falta de acuerdo cada vez es más posible que el Gobierno acabe nacionalizando el banco o forzando la suspensión de pagos. Para el primer ministro, Gordon Brown, la oferta de Virgin tiene la virtud de acabar con la crisis de Northern Rock -que está empezando a erosionar la confianza de los británicos en el Gobierno-, garantizar la devolución del dinero prestado por el Banco de Inglaterra y mantener casi sin recortes la actual plantilla, algo muy importante porque la mayoría de las oficinas están en las zonas menos prósperas de Inglaterra.
Brown, que ayer intervino por primera vez en calidad de primer ministro en la conferencia anual de la patronal CBI, se comprometió ante los empresarios británicos a seguir aumentando el papel de la empresa privada en los servicios públicos y aceptó que el Tesoro introduzca modificaciones en su reciente propuesta de unificar las tributaciones sobre las rentas del capital, que se considera muy perjudicial para las pequeñas y medianas empresas.
El ambiente de crisis del sector financiero tuvo ayer como referencia el anuncio del HSBC, el mayor banco europeo, de incluir directamente en su balance sus dos fondos estructurados (SIV en sus siglas en inglés), Cullinan y Asscher. La medida, que significa que el banco apoya directamente los 35.000 millones de dólares (23.600 millones de euros) de esos dos instrumentos financieros, busca restablecer la confianza en este tipo de fondos, que recaudan dinero en mercados a corto plazo para invertirlo en operaciones a más largo plazo, como hipotecas.
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