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Reportaje:

El "peor" estadio de Brasil

Un informe revela las graves deficiencias del campo de Salvador, en el que murieron siete personas al derrumbarse una grada

Juan Arias

El accidente que se produjo el domingo en el estadio Fonte Nova, en Salvador de Bahía (Brasil), con siete muertos -en principio, las autoridades informaron de que eran ocho- y 84 heridos al desprenderse la grada superior y caer al vacío los espectadores desde 20 metros de altura, podría haber sido evitada de haberse tenido en cuenta informes técnicos, por lo que se habla de "tragedia anunciada". Un informe del Sindicato Nacional de Empresas de Arquitectura e Ingeniería, tras analizar 27 estadios en 18 ciudades, acababa de concluir que el Fonte Nova es "el peor" de todos. Según dicho análisis, su estado es "lastimoso" y no ofrece "seguridad ni confort".

Las autoridades, que han cerrado el estadio probablemente de forma definitiva, se lavan las manos. El gobernador del estado de Bahía, Jacques Wagner, del Partido de los Trabajadores, uno de los políticos más afines al presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó ayer que no sabía "nada" acerca del estado del campo y que lo que ahora cabe es construir uno nuevo. Por su parte, el secretario de Deportes, Nilton Vasconcelos, aseguró que había sido inspeccionado a finales de 2006 y que fue declarado apto. Añadió que dicho recinto había acogido hasta 110.000 personas y que últimamente su aforo se limitaba a 60.000, aproximadamente los hinchas que llenaban sus gradas el domingo.

Ayer, los ingenieros del Departamento de Policía Técnica de Salvador comenzaron a analizar el lugar de la tragedia. Según el director del departamento, Raúl Barreto, podría haberse tratado de "un desgaste del material". De hecho, algunos testigos presentes afirmaron que donde se hundió la grada se veían visiblemente las señales del cemento desgastado.

La tragedia cogió por sorpresa a la preciosa ciudad de Salvador, cuyas gentes, amadas en todo el país por su ancestral cordialidad de cuño africano, se preparaban para tomarla al asalto y convertirla en una gran fiesta: el resultado del partido que acabó ensangrentado anticipaba el regreso del club local a la Segunda División. El equipo, que fue campeón brasileño en 1959 y 1998, acabó hundido en Tercera debido, según los analistas, a presunta mala gestión, despilfarros y abandono del estadio, cuya reforma había sido anunciada el jueves por el superintendente de Deportes de Bahía.

A pesar de la desastrosa situación en que se encontraba el estadio de Fonte Nova, la ciudad de Salvador fue escogida en su momento como sede para el Mundial de 2014.

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