Telebasura
El programa El Diario de Patricia la llevó engañada (esa costumbre tan simpática que tienen estos programas, para dar la sorpresa al invitado en el plató). Pero en este caso la sorpresa consistía en exponerla a la presencia y al acoso verbal de su maltratador, a que pudiera acosarla ante los telespectadores con las mismas palabras, con los mismos argumentos que seguro habría empleado ya en encuentros súbitos o en llamadas telefónicas.
Y existía una orden de alejamiento que prohibía que él se acercase a Svetlana. Pero El Diario de Patricia les llevó allí a los dos saltándose la orden judicial, sin que Svetlana lo supiera, para ver si él la convencía y se reconciliaban en la pantalla. ¡Qué bonito! "La agobio mucho... siguiéndola, yendo detrás de ella, vigilándola en un momento dado", decía el muy... Y la audiencia subía.
Svetlana se negó... y cinco días después estaba muerta. Seguro que las imágenes del degüello también podrían subir mucho la audiencia.
¿Cuándo diablos se van a terminar estos repugnantes programas que utilizan el sufrimiento ajeno como espectáculo, que juegan con los sentimientos de las personas y, por lo que se ve, también con su vida.
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