Millás e Izaguirre juegan a ser "siameses"

"Los premios literarios te amplían el círculo de lectores habituales". Esta frase, que parece obvia, la dice Juan José Millás, ganador del premio Planeta de este año con su novela El mundo, para refrendar por qué se presentó a la convocatoria del certamen literario más importante en España. Y más si, como es su caso, la novela está repleta de pistas que certifican su autoría. "Creo que fue una decisión arriesgada, por eso agradezco la discreción del jurado de no filtrar mi nombre entre los favoritos", afirma el escritor valenciano.

Juan José Millás y Boris Izaguirre, ganador y finalista del Premio Planeta de este año, presentaron ayer en Valencia sus novelas. Dos obras que tienen en común que ambas arrancan "de una pérdida", como subrayó Millás. En el caso de El mundo, la novela del valenciano, es la pérdida de un paraíso infantil, representado por la ciudad de Valencia; en el de Villa Diamante, la obra del venezolano, la de un entorno familiar. Como señala Millás, "se escribe siempre desde el conflicto y la literatura sirve para arreglar eso que está roto".

Millás e Izaguirre iniciaron hace poco más de una semana una gira de promoción de las dos novelas. En ese tiempo, se han convertido en "marcianos el uno para el otro", en "siameses asimétricos", según las ingeniosas definiciones que dieron a su situación. Han pactado no leer sus respectivas obras "hasta que superemos esto", en confesión de Izaguirre. Mientras tanto, compaginan su faceta literaria con la periodística. "No distingo entre una y otra, porque el periodista es escritor y viceversa", afirma Millás. "Nunca he sido sólo un escritor y seguiré así, porque me he ganado bien la vida en televisión", apostilla Boris.