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Reportaje:

Un AVE limpio de polvo y agua

Fomento pone a prueba sin sorpresas la línea de alta velocidad a Málaga

Fernando J. Pérez

Había expectación ayer por la mañana en la estación del AVE de Antequera (Málaga), situada en el paraje casi deshabitado de Santa Ana, a 15 kilómetros de la localidad. La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, asistía a la prueba de la línea férrea de ancho internacional que conecta Antequera con Málaga, un tramo de 55 kilómetros que entrará en servicio el 23 de diciembre y que permitirá unir Madrid y la capital malagueña en 2 horas y 25 minutos.

En la memoria de los asistentes estaba la prueba de la línea de alta velocidad entre Madrid y Valladolid, en la que una nube de polvo procedente de los túneles oscureció el éxito del viaje. Esta mañana, el recorrido en un tren-laboratorio diésel del ente público Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) transcurrió sin novedad, y eso que se circulaba por una infraestructura que ha supuesto un verdadero desafío para los ingenieros. De los 54,5 kilómetros que tiene la línea, 32 discurren por una sucesión de viaductos y túneles que salvan la cordillera Penibética.

El tren inició su recorrido a las 11.03. La locomotora diésel, que en 2002 batió un récord de velocidad al alcanzar 256,4 kilómetros por hora, circuló ayer a 160 kilómetros por hora de media, informó la ministra al llegar a la estación María Zambrano de Málaga a la 11.33, tras cruzar la ciudad sobre unas vías soterradas a medias, ya que aún falta por cubrir las vías de ancho ibérico por las que circula el Cercanías Málaga-Fuengirola. Cuando el 23 de diciembre el AVE entre en Málaga, lo hará a "alta velocidad".

En los días pasados se han realizado pruebas con trenes AVE S-102 -los famosos patos- que han alcanzado los 330 kilómetros por hora gracias a una catenaria por la que pasa una corriente de 25.000 voltios. Al hacerse el recorrido desde Antequera hasta Málaga, el convoy no tuvo que pasar por el túnel de Abdalajís Este, previsto para el sentido contrario y que hace dos semanas fue evacuado después de que un exceso de hormigón en las obras de impermeabilización provocaran una grieta. La velocidad con la que pasó el tren no impidió que un grupo de miembros de la plataforma Pro-Manantiales de Valle de Abdalajís hiciera visible desde lo alto de un talud sobre las vías su protesta por el estado del acuífero que da agua a su localidad y que sufrió una perforación por una de las tuneladoras que abrieron los túneles de Abdalajís.

Magdalena Álvarez aseguró: "Vamos a solucionar todos estos problemas en breve tiempo" y dio las gracias a las empresas constructoras del tramo, que ha costado 1.400 millones de euros, por "duplicar el ritmo de trabajo y terminarlo en tiempo y forma". En su circunscripción electoral, que le ha servido como refugio de afecto tras las críticas recibidas por los problemas del AVE y el Cercanías de Barcelona -petición de dimisión del Parlamento catalán incluida-, Álvarez sacó pecho. La ministra recordó que fue ella la que en enero de 1997, siendo consejera de Economía de la Junta, propuso al Gobierno central, entonces del PP, la construcción de la línea de alta velocidad Córdoba-Málaga. "Como malagueña y como ex consejera de la Junta el acto de hoy tiene especial significado, porque fue la Junta la que hizo el estudio informativo y se lo ofreció al Gobierno", dijo.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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