Legal, pero no justo

Estoy en paro desde marzo de 2007. Cuando me separé, hice el imbécil al fijar una cantidad mensual alta (240.000 pesetas de la época). Salió el convenio regulador y el juez me impuso lo que yo había transferido durante los primeros meses. He pasado años teniendo mi cuenta corriente en negativo, viviendo en una casa alquilada, teniendo a mis hijos un fin de semana de cada dos, pasándolas realmente mal. Pero ahora estoy en paro. Voy al juzgado, planteo una modificación de la pensión de alimentos. Después de ocho meses esperando sentencia, me llega hoy: que sí, que está documentada mi situación, pero que "puedo encontrar trabajo en un futuro próximo". Que tengo que seguir pagando la misma cantidad (actualmente más de 1.800 euros mensuales, más unos 500 euros de hipoteca, con un paro de 1.000 euros). Encima se me imponen las costas de la otra parte. Señor presidente, ¿para cuándo una Ley de Igualdad de Padres y Madres? Señores del Poder Judicial: nos estamos cansando; igual no sólo hay que cambiar la forma en que los jueces acceden a la carrera judicial; igual tenemos que democratizar y modernizar la judicatura. En algún momento no podré pagar las pensiones (mi indemnización por despido está acabándose); en algún momento igual termino entrando en prisión. Ahora me toca esperar otros tantos meses a ver qué me cuenta el Provincial. Las sentencias pueden ser legales, pero justas me temo que no.