"El Gobierno debería apostar más por la UNAM"

Ha sido una elección polémica a pesar de contar con el apoyo de la mayoría de la comunidad universitaria. A primeros de noviembre, durante el proceso de votación para elegir rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el candidato por la Facultad de Medicina José Narro Robles (Coahuila, 1948) era protagonista por la publicación de un libro anónimo que pretendía desprestigiarle. Aunque se vendía como una colección de artículos y "obras completas" del propio Narro, estaba plagado de repeticiones y errores ortográficos impropios de un aspirante a rector.

Ya en 1999 sufrió boicot cuando aspiraba al mismo cargo y un grupo cercano a otro candidato vetó su ascenso con un mensaje claro: "Cualquiera, menos Narro". Pasadas las tormentas y después de ser elegido por unanimidad como rector, quita importancia al asunto de un modo diplomático: "No vi guerra sucia, y si hubo, se lava en casa". Conocido por su talante conciliador -se encargó con éxito de negociar con los universitarios en los últimos conflictos estudiantiles de 1986 y 1999-, entre sus planes para la UNAM destaca la apuesta por la universidad al alcance de todos.

"No puede ser que tres de cada cuatro jóvenes no vayan a la Universidad"

"La OCDE expresa su desconocimiento de la realidad mexicana"

"Debemos estudiar y aportar iniciativas sobre los problemas que afectan al país"

Pregunta. En México sólo uno de cada cuatro jóvenes accede a la Universidad. ¿Cómo se enfrenta a esto como rector de la UNAM?

Respuesta. Está claro que tenemos un fallo en el sistema porque no puede ser que tres de cada cuatro jóvenes entre 20 y 24 años no estudien y tampoco trabajen necesariamente. Deberíamos crear una política de Estado a favor de la educación superior, de la ciencia y la tecnología, que son las herramientas de los estados modernos en la sociedad de la información.

P. ¿Y cuál es el papel de la Universidad Nacional Autónoma de México en todo esto?

R. Tenemos un rol fundamental en los problemas educativos, porque la UNAM favorece el ascenso social: nuestros estudiantes pueden ser los primeros miembros de una familia que acceden a la formación superior, y por tanto tendrán más posibilidades de encontrar un trabajo, mejorar sus ingresos y sus condiciones de vida.

P. Entonces, ¿cree que la educación universitaria gratuita permite el reparto de la riqueza?

R. La educación no es un lujo, sino una verdadera necesidad que además repercute horizontalmente en la población. Hay que dar esperanza a los jóvenes y permitir que así se incremente la productividad. Si no lo hacemos, perderemos una gran oportunidad para favorecer el desarrollo del país. Nosotros estamos en nuestro máximo histórico: para 35.000 asientos hemos recibido más de 140.000 demandas. No podemos dar más y la gente quiere estudiar.

P. ¿Y cómo se soluciona ese problema?

R. El gobierno mexicano debería apostar más por la UNAM, que ya lo hace, pero es necesario fomentar la educación superior, impulsar una política pública contundente para superar las tasas que tenemos. No puede ser que países con similar desarrollo, como Argentina, Costa Rica, Uruguay o Panamá tengan el doble o más de cobertura universitaria.

P. ¿Considera posible la idea de una Universidad solidaria?

R. Absolutamente, y además es necesario. La UNAM es esencialmente gratuita, y cerca de 60.000 de los casi 300.000 estudiantes que tenemos proceden de familias con recursos económicos limitados.

P. Sin embargo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sugiere la privatización de la educación media y superior en México. ¿Qué opina de esto?

R. Con todos mis respetos, creo que expresa un profundo desconocimiento de la realidad mexicana. Tenemos unos niveles de pobreza alarmantes, con uno de cada dos mexicanos viviendo en condiciones de pobreza y uno de cada cinco, en situación de pobreza extrema. Lo único que puedo decir sobre esa propuesta es que demuestra su profunda ignorancia.

P. Como negociador con la comunidad universitaria conoce sus reivindicaciones. ¿Qué preocupa hoy a los estudiantes de México?

R. Sobre todo, el acceso a la Universidad, que es tan difícil, y después encontrar trabajo. Los salarios son muy bajos y las condiciones no son las más adecuadas.

P. ¿Cuál va a ser su agenda como nuevo rector?

R. Hay tres grandes campos en los que debe estar involucrada la UNAM: consolidación de proyectos en marcha, reforma, y anticipación de asuntos con visitón de futuro. Creo que debemos investigar y aportar iniciativas sobre los temas que afectan a México, como el cambio climático, crisis de energía, pobreza, desigualdad y emigraciones masivas. Estudiaremos todo eso como comunidad científica y aportaremos análisis y alternativas.