Máxima diversión

Aunque el motor es un viejo conocido, el bicilíndrico en V a 90º refrigerado por aire de Ducati, ha recibido retoques en la inyección y otros avances, y rinde 90 CV a 7.750 vueltas en esta versión. El escape lleva una válvula para mejorar más la respuesta a bajo y medio régimen e incluye un doble silencioso debajo del sillín. Por lo demás, monta un cambio de seis marchas y transmisión por cadena.El bastidor sigue la tradición de la marca y es un multitubular de acero, muy rígido y ligero, que une la pipa de la dirección con el eje del basculante y se combina con el basculante monobrazo. El resultado es una moto relativamente corta y pequeña de tamaño, pero con una altura aceptable y con el piloto en posición bastante adelantada. Por último, equipa llantas de 17 pulgadas en ambos ejes calzadas con unos generosos neumáticos deportivos de carretera, y unos frenos con dos discos de 305 milímetros delante y uno trasero de 245.

Aunque el reparto de pesos está muy logrado, la Hypermotard tiene una clara tendencia a elevar la rueda delantera a la menor insinuación. La causa es un desarrollo corto en las tres primeras marchas y un motor muy contundente a bajo y medio régimen que luego pierde garra a altas revoluciones.Esta Ducati es una moto muy divertida en ciudad, arranca siempre la primera en los semáforos y, a pesar de tener un ángulo de giro algo escaso y un manillar exageradamente ancho con los retrovisores desplegados, resulta también ágil para circular entre coches. En cambio, lo mejor es evitar las autopistas: tiene un carenado minúsculo que protege muy poco, y un manillar alto y plano que provoca una posición del piloto erguida y poco aerodinámica, y hace que la rueda delantera pierda aplomo y precisión al circular a alta velocidad.Pero donde rinde de verdad es en circuitos, carreteras de segundo orden y puertos de montaña. Tiene una entrada fulgurante en el viraje, es ágil y ligera en los cambios de dirección, y al mismo tiempo transmite aplomo y seguridad una vez que se asienta en la curva. Además cuenta con unos frenos excepcionales, muy potentes y dosificables, que no se fatigan nunca por mucho que se les exija.La Hypermotard 1100 S es una moto minoritaria con una estética arrolladora, una mecánica al día y un comportamiento dinámico desenfadado que busca la diversión. .