Una menor acusa a sus padres de prostituir a los seis hijos

La menor que denunció los presuntos abusos sexuales a varios menores -ella y sus cinco hermanos- en Baños de la Encina (Jaén) aseguró ayer que su padre, Antonio D.M., "abusó en muchas ocasiones" de ella y que junto a su madre, Josefa M.M., fue quien la prostituyó. Por su parte, los diez acusados -entre ellos siete vecinos de la población-, para los que el Fiscal pide una pena total de 283 años de prisión negaron ayer cualquier implicación en los hechos que se les imputan.

La investigación comenzó después de que los Servicios Sociales de Jaén pusieran en conocimiento de la Guardia Civil la posibilidad de que en Baños de la Encina seis menores -tres chicos y tres chicas- de edades comprendidas entre ocho y 16 años, todos ellos hermanos, pudieran estar siendo víctimas de abusos sexuales por parte de sus progenitores y de varios vecinos de la población.

A raíz de esta denuncia, la Guardia Civil estableció un dispositivo en la localidad de Baños de la Encina con el fin de comprobar la veracidad de estos hechos que se saldó con la detención de los padres de los menores a finales de agosto de 2005.

Atención psicológica

En la primera sesión del juicio que se celebra en la sección primera de la Audiencia Provincial de Jaén, la menor explicó ayer que mantuvo "muchas relaciones" con el padre, que la "ataba y pegaba" y que, incluso, en una ocasión la forzó junto con otro de los hermanos. En cuanto a la acusación de prostitución, la menor, que testificó mediante videoconferencia, afirmó que fueron sus padres los que la prostituyeron. "Él cobraba dinero y estoy segura porque se lo daban delante mí", indicó.

Al identificar las personas ajenas a la familia con las que había mantenido relaciones sexuales, la menor -que durante el relato tuvo una crisis de llanto y tuvo que ser atendida por un especialista- aseguró que lo hacía "forzada" por su padre, que, incluso, en alguna ocasión iba con ella "por si acaso no cumplía". Del mismo modo, señaló que las "las citas con los viejos" las arreglaban su padre y su madre, fundamentalmente, aunque su tía, según dijo, también le buscó hombres alguna vez. "Primero mi madre se enfadó cuando se enteró de lo que hacía mi padre, pero luego le dio igual", afirmó.