La carretera de peaje bajo la Ría en Leioa sigue aplazada tras 22 años
La Diputación vizcaína la sitúa en "la cola" de los cuatro enlaces previstos
El proyecto para construir una carretera de peaje bajo la Ría en Leioa, un plan en estudio desde hace 22 años, seguirá guardado en un cajón. Al menos durante los próximos cuatro años. La Diputación de Vizcaya aduce razones de rentabilidad social y su alto coste, que ahora se calcula en 600 millones de euros.
La apuesta es por el puente de Axpe, con un coste de 50 millones de euros
La situación de los accesos a Bilbao se debatió ayer en las Juntas Generales de Vizcaya. La Diputación foral ha reconocido la necesidad de ofrecer una nueva conexión salvando la Ría por los problemas de atascos cuando hay colapso en el puente de Rontegi. El titular de Obras Públicas, Iñaki Hidalgo, enumeró los cuatro proyectos del Plan Territorial de Carreteras, aprobado en 2003: el vial de peaje bajo la ría en Leioa y otros tres puentes (el que se construirá en el nuevo barrio bilbaíno de Zorrozaurre y los de Lutxana y Axpe). La carretera bajo la Ría es la más avanzada -a finales de los 90 se hicieron estudios de financiación y de diseño-, pero ahora "es el último de la cola", manifestó Hidalgo. El también llamado túnel subfluvial de Lamiako fue el gran damnificado de la decisión de la Diputación, en 2001, de construir la Supersur, la gran autovía paralela a la A-8, con una inversión prevista de 1.200 millones de euros.
Ahora, seis años después, la situación no ha variado, según aseguró el diputado vízcaíno de Obras. Además del ato coste económico, adujo la escasa rentabilidad social. "No está recogida como una de las obras a iniciar esta legislatura", zanjó.
Hidalgo sí apuesta más por construir el llamado puente de Axpe, entre Sestao y Erandio. El coste es significativamente menor (cerca de 50 millones de euros) y las dos zonas que uniría están más desarrollados urbanísticamente. Según sus datos, daría servicio a un área de 200.000 personas. Pero también deberá esperar: todavía se debe realizar el proyecto constructivo, que la Diputación estima culminar esta legislatura. Las obras no se iniciarían antes de 2011. El responsable foral de Obras Públicas sí anticipó la necesidad de revisar para el próximo año el plan de carreteras y determinar qué se hace con estas conexiones viarias previstas sobre la Ría.
El PP, partido que propició el debate al interpelar sobre este asunto a la Diputación, opinó que "ha llegado el día" para acometer el proyecto de la carretera de peaje bajo la ría en Leioa. "Igual tiene que ser con la iniciativa privada, pero se debe hacer", proclamó el juntero Jesús Isasi. Su grupo pedirá la revisión del plan de carreteras.
El impacto económico del metro
No sólo el Guggenheim tiene impacto económico. Metro Bilbao ha elaborado un informe que concluye que, en los últimos 20 años (desde que comenzó la construcción del suburbano en 1987), esta infraestructura ha generado 2.016 millones de euros y ha contribuido a mantener anualmente más de 2.200 empleos.
El estudio, elaborado durante los tres últimos años, señala que el gasto derivado en la construcción y explotación del metro ascendió a 2.460 millones en este periodo de 20 años. Los ingresos fiscales derivados de este transporte se elevaron a 221,3 millones. El 67% del gasto total se realizó en Vizcaya, el 13% en los otros dos territorios del País Vasco y el 14%, en el resto de España. Las empresas más beneficiadas fueron las del sector de la construcción (el 51,6%), banca (17,2%) y materiales de transporte, con un 15,7%.
"Es algo más que un metro", afirmó ayer su director gerente, Rafael Sarria, quien recordó que el suburbano ha servido también para la recuperación de la autoestima de una población sumida a finales de las 80 en la gran crisis de la desindustrialización y una elevada tasa de paro.
El informe analiza también el impacto medioambiental. Sólo en 2006, se calcula que los 80 millones de viajes realizados evitaron el paso diario de 132.000 vehículos por los carreteras vizcaínas. A ello se agrega que se han dejado de emitir a la atmósfera 38.665 toneladas de dióxido de carbono cada año.
Desde el punto de vista del desarrollo social, Sarria afirmó que el metro se ha convertido en el principal medio de transporte público entre las dos márgenes de la Ría de Bilbao. "En cuanto a la imagen de la ciudad, ha supuesto un elemento de modernidad coherente y totalmente integrado en la estrategia de Bilbao como ciudad de servicios de alto nivel", añadió.
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