La sanidad almeriense se planta contra las agresiones en el sector

El personal sanitario reclama el cumplimiento del plan de prevención

Almería - 08 nov 2007 - 00:00CET

Con un paro de diez minutos al que estaba convocado por el personal del hospital de Torrecárdenas y de los centros de atención primaria de la provincia, los profesionales de la sanidad pública almeriense evidenciaron su malestar ante la agresión que sufrió el 26 de octubre una médica de Alhama de Almería. El hecho de que el SAS no se haya personado como acusación en esta causa, según aseguró el representante del Sindicato Médico, desencadenó un acto de protesta en el que la principal demanda a la Administración fue que "deje de responder con miedo" ante estas agresiones, sufridas en lo que va de año por 192 profesionales de la región.

Para que el servicio que prestan estos trabajadores no llegue a degradarse, los congregados reclamaron al SAS que cumpla "escrupulosamente" el plan de prevención y atención de agresiones y que se persone como acusación en todas las causas que se abran por este tipo de hechos.

Otras demandas transmitidas durante el acto de ayer "para evitar que uno de estos episodios concluya con la muerte de un profesional", según dijo José Antonio Carrión, presidente de la junta de personal de Torrecárdenas, fueron mayor seguridad en los centros sanitarios y la adaptación de las urgencias a las nuevas demandas de la sociedad.

Tras aplaudir avances registrados en los últimos meses como la solicitud formulada por la Junta de Andalucía en septiembre para que estos hechos sean calificados como delitos de atentado y no como faltas, los representantes del sector coincidieron en señalar que las cifras oficiales de víctimas de agresiones no reflejan ni la mitad de los casos que se producen, silenciados en su mayoría por el miedo a denunciar que pervive entre los profesionales del sistema sanitario público andaluz.

Formación y anticipación

Formación, prevención y un protocolo de actuación ante una agresión por parte de un paciente o familiar son las piezas clave sobre las que gira el Plan de Prevención y Atención de Agresiones para los Profesionales del Sistema Sanitario Público de Andalucía, que fue presentado por la Consejería de Salud en el mes de marzo de 2005.

Entre la batería de medidas y recomendaciones incluidas en el documento para tratar de reducir la incidencia y atenuar la intensidad y consecuencias derivadas de esta forma de violencia, se encuentra la disposición del Servicio Andaluz de la Salud (SAS) de ofrecer a las víctimas asesoría jurídica y representación en actos de juicio oral.

Es el último paso del protocolo de actuación que la Administración puso a disposición de los profesionales sanitarios andaluces a partir de este documento, en el que señala además la obligación de ofrecer apoyo psicológico a las víctimas siempre que éstas muestren su consentimiento.

Además, para fijar zonas de riesgo y evaluar periódicamente la situación, el documento significó la puesta en marcha de un Registro Informático de Agresiones que, desde la entrada en vigor del Plan, cuenta ya con 628 entradas.

El documento incluye propuestas de formación para que los profesionales, a través de talleres prácticos, adquieran habilidades en el manejo de situaciones conflictivas o de riesgo, y prevé un plan de comunicación interna y externa, destinado éste último a resaltar ante la sociedad el papel que desempeñan estos trabajadores.

En el terreno de la seguridad, se establecen unos estándares mínimos para su implantación en hospitales y centros de salud andaluces, entre ellos la colocación de videocámaras de vigilancia y alarmas, o la habilitación de accesos alternativos a las consultas.

También se refiere el texto, en el que se reconoce que estas medidas por sí solas no lograrán erradicar este tipo de violencia, a la necesidad de adaptar las infraestructuras a las nuevas demandas de la sociedad.