Musharraf blinda su poder con el estado de excepción
El presidente de Pakistán descabeza al Tribunal Supremo
El presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, no admite dudas sobre su mando. Horas antes de que el Tribunal Supremo, uno de los principales reductos de la oposición al régimen, decidiese sobre la legalidad de su reelección, Musharraf hizo un brutal alarde de poder e impuso el estado de excepción.
El drástico golpe, que implica la suspensión de la Constitución y sus garantías, le permitió destituir al presidente del Supremo y confinarlo con otros siete magistrados en las dependencias del alto tribunal bajo vigilancia militar. Al mismo tiempo, suspendió las emisiones de los medios de comunicación independientes y envió tropas a los centros neurálgicos del poder así como a la televisión y la radio públicas.
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