Los 'chirimbolos' más grandes de España
En ninguna otra gran ciudad se supera el tamaño de los soportes de Gallardón
La primera característica de los nuevos soportes publicitarios instalados por el Ayuntamiento de Madrid es que son grandes, muy grandes. Dos de sus elementos estrella son enormes pantallas -unas de tres por dos metros y otras de cuatro por uno y medio- que, colocadas frente a los edificios, consiguen un doble efecto: quitar a los inquilinos cualquier esperanza de ver lo que sucede en la calle y hurtar a los peatones la visión de algunas de las fachadas de la capital.
La consecuencia de todo ello ha dado a los chirimbolos del alcalde Alberto Ruiz-Gallardón su segunda característica: son muy polémicos, enormemente polémicos. Tanto que, poco después de su instalación, Gallardón ha tenido que plegar velas en algunos casos y anunciar que "si hay iniciativas ciudadanas que consideren que determinados chirimbolos no están en el lugar adecuado, entonces el Ayuntamiento revisará su situación".
El anuncio no ha apagado el debate en la calle, y EL PAÍS ha estudiado cómo gestionan otras ciudades -Barcelona, Sevilla, Valencia, Bilbao, A Coruña, Alicante, Málaga y San Sebastián- el mobiliario urbano que recauda dinero con la publicidad en las aceras. La conclusión es que Madrid, con 1,7 soportes por 1.000 habitantes, no es la ciudad con más anuncios -A Coruña tiene 3,1, y San Sebastián y Málaga, 2-, pero sí los que mayor superficie ocupan y, sin duda, los que han provocado una mayor polémica entre los vecinos.
En algunos casos, las nuevas estructuras publicitarias se elevan por encima de los cuatro metros de altura. Son las pantallas de tres por dos metros, que están instaladas sobre soportes de 2,3 metros de altura. El Madrid de Gallardón, el del nuevo Ayuntamiento en Cibeles y del túnel urbano más largo de España, también tiene los mayores chirimbolos.
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