Y le llaman 'El Invencible'

El Tottenham Hotspur anunció anoche la contratación de Juande Ramos como responsable deportivo (Head Coach) de su equipo hasta el verano de 2011, por lo que el español cobrará 4,5 millones de euros por año. En un comunicado en la página web del conjunto londinense, el director deportivo, Damien Comolli, se congratulaba del fichaje de un técnico con "pedigrí ganador" y destacaba que la llegada del manchego, con diez jornadas de Liga ya jugadas, permitirá a los Spurs afrontar con opciones las cuatro competiciones en las que participa.

Juande, al que la prensa británica bautizó como El Invencible, elogió la historia y la afición del club y recordó que su sueño, cuando comenzó a entrenar, era hacerlo en Inglaterra. El Tottenham negocia con el Leeds United para conseguir la cesión de Gustavo Poyet, que ejercería de segundo de Ramos. El técnico de Ciudad Real se estrenará el miércoles frente al Blackpool en la Carling Cup. Juande, de 53 años, busca en Inglaterra el reconocimiento que, según él, nunca obtuvo en el fútbol español. Ni siquiera en el Sevilla pentacampeón se sintió querido ni apoyado.

Quería renovar por cuatro años y el club le ofreció dos y menos dinero del esperado

El entrenador llegó al club sevillano dos temporadas atrás para sustituir a uno de los iconos del sevillismo: Joaquín Caparrós. Además, el manchego había entrenado al Betis. Las uñas estaban afiladas. Tras cinco jornadas, el Sevilla tan sólo había sumado otros tantos puntos. La grada le silbó y recriminó a la directiva su contratación. Siete partidos después, los de Nervión se había aupado hasta la cuarta plaza. Los aficionados sevillistas empezaron a identificar a su equipo con el fútbol ofensivo de Juande en lugar del heroico sobrevivir de Caparrós. "Nos ha costado mucho dejar de ser un equipo brusco", proclamó.

Tras una semifinal inolvidable que solucionó Antonio Puerta con un golazo ante el Schalke 04, el Sevilla machacó en Eindhoven al Middlesbrough (4-0) y levantó su primera Copa de la UEFA, el primer título en 50 años y el primero de Juande. Las primeras palabras del entrenador tras la victoria fueron un reproche hacía "los que tanto criticaban en las primeras jornadas".

Tres meses después, el Sevilla jugaba uno de los mejores partidos de todo este ciclo y se exhibió ante el Barcelona (0-3) en la final de la Supercopa de Europa. Los éxitos convirtieron las escasas coincidencias entre el presidente, José María del Nido, y el entrenador en animadversión. Juande reaccionó al protagonismo de Del Nido en todo lo relativo al club con peticiones de un mayor reconocimiento a su trabajo, tanto en dinero como en atribuciones en el club.

En febrero pasado, el técnico manchego recibió un botellazo en la cabeza en el partido de Copa del Rey que enfrentaba a los dos equipos sevillanos en Heliópolis. Tras salir del hospital, Juande se ganó el respeto público por la mesura de sus palabras, en las que pedía un ejercicio de autocrítica. "Hemos provocado a los violentos", dijo. Del Nido, que había sido uno de los protagonistas del ambiente infernal en los enfrentamientos entre los dos equipos sevillanos, se sintió incómodamente aludido.

El equipo se mantuvo entre los tres primeros de la Liga, fue líder en nueve jornadas y seguía vivo en la Copa del Rey y la de la UEFA. Un empate inesperado en Mallorca en la penúltima jornada le dejó fuera de la lucha por la Liga. Para entonces ya había ganado su segunda Copa de la UEFA, en cuya final se enfrentó al Espanyol, un equipo del que Juande había salido con una bronca tremenda unos años antes. Posteriormente, se impuso al Getafe en la final de la Copa. Para entonces, Juande ya se quería ir. Quería renovar por cuatro años y el club le ofreció tan sólo dos y menos dinero del que esperaba. La salida estaba cantada, pero nadie se imaginaba que iba a ser tan abrupta, por muy ofendido que se sintiera.