Miguel Padial, 'Campañito', combatiente del maquis
Perteneció a la Agrupación Guerrillera de Granada
Miguel Padial Martín (Alhama de Granada, 1922), último superviviente de la guerrilla de la Agrupación de Granada tras la derrota de la República en 1939, falleció el 16 de octubre en Madrid. Tenía 84 años.
Cuando finalizó la guerra civil tenía 17 años. Su padre estaba en la cárcel condenado a muerte, sus hermanas fueron llevadas a un convento y él tuvo que realizar tres años de servicio militar franquista. A los 20 años decidió ir a Barcelona. En 1947 regresó a las sierras de su Granada para incorporarse a la lucha armada contra la dictadura. Perteneció al Ejército Nacional Guerrillero, Agrupación Guerrillera de Granada, compuesta por 150 personas cuyo campamento central estaba en el cerro Lucero, situado en la sierra de Almijara.
Durante dos años se sucedieron los combates y enfrentamientos con la Guardia Civil. Tras la caída del jefe de la Agrupación, José Muñoz Lozano, el comandante Roberto, y la detención de casi todos los enlaces y puntos de apoyo, Campañito y un grupo de compañeros decidieron salir hacia Francia. Miguel nunca llegó, fue detenido en Barcelona y condenado a 30 años de cárcel, de los que permaneció 11 entre las prisiones de Granada, Puerto de Santa María y Alcalá de Henares.
En Alcalá de Henares también estaba presa otra guerrillera de la Agrupación de Levante y Aragón, Amada Martínez. Aunque coincidieron en la misma cárcel no podían verse, pero cuando Miguel salió en libertad, el 21 de mayo de 1960, contrajeron matrimonio. Amada había salido libre en 1959.
Miguel volvió a ser detenido el 29 de abril de 1968 permaneciendo en la cárcel hasta el 3 de enero de 1972, esta vez por la lucha sindical y por su pertenencia al PCE. Padial trabajó algún tiempo en el ramo de las artes gráficas; despedido por su pasado militante de diferentes empresas, pasó al ramo de la construcción.
Tras la llegada de la democracia, Miguel, Amada y sus muchos familiares y amigos que habían luchado en la resistencia armada al franquismo vieron frustradas las esperanzas de un reconocimiento de su ardua y dura labor. Desde las filas de la Asociación Archivo Guerra y Exilio (AGE) reivindicó durante años la memoria de la guerrilla antifranquista. Miguel Padial fue, por encima de todo, un hombre bueno.
Dolores Cabra es secretaria general de la Asociación Archivo Guerra y Exilio (AGE)
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