Una empresa gallega entra en la Operación Chamartín

Sucedió en los años cuarenta. Millones de metros cuadrados de terreno fueron expropiados por el Estado para construir la estación de Chamartín. Eran parcelas de cientos de particulares y de la Compañía de Jesús. Años más tarde, en 1993, Renfe convocó un concurso público para realizar un desarrollo urbanístico en la zona. Se iniciaba la conocida como Operación Chamartín, por la que se construirían pisos en los terrenos que hoy ocupan las vías, ya que éstas se soterrarían. Aquel paso de Renfe motivó, sin embargo, las quejas de los ex dueños, que reclamaron su parte del pastel.

Justo 14 años después de aquello y en medio de un proceso judicial para que se reconozcan su derecho a recibir una compensación económica por el cambio de uso del suelo, de público (para construir la estación) a residencial (para edificar pisos), los alrededor de 1.000 antiguos propietarios del suelo donde se ubica la estación están, mayoritariamente, de enhorabuena. Una empresa gallega les pagará 287 euros por cada metro cuadrado expropiado en los años cuarenta por adquirir los derechos de los dueños de los terrenos a recibir una indemnización. La compañía desembolsará alrededor de 300 millones de euros. Los derechos son todavía hipotéticos, puesto que los antiguos propietarios aún están pendientes de un juicio que les dé la razón.

Dinero seguro

Sin embargo, el acuerdo con esa empresa gallega (cuyo nombre se dará a conocer en los próximos días) garantiza ya un dinero seguro a los propietarios. Por otra parte, al comprar los derechos, la compañía gallega también compra su presencia en los juzgados. Pero confía en llegar a un acuerdo extrajudicial con Fomento y Duch (la empresa gestora de la Operación Chamartín, compuesta por el BBVA y la constructora San José). "Ellos, por ser una empresa poderosa, tienen mucha más fuerza a la hora de pactar", asegura Antonio Vázquez, abogado de los antiguos propietarios.

Unos 300 de los 1.000 ex propietarios acudieron ayer a una reunión extraordinaria en la que Vázquez informó del acuerdo y donde, a pesar de que un par de ex dueños no estuvieron conformes, la gran mayoría aplaudió lo pactado. "Es la operación más beneficiosa para todas las partes", defendió Vázquez, que aseguró: "Con el acuerdo no tratamos de ganar el pleito, sino de llegar a un acuerdo".