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El testigo impasible y el amigo que ofrece exclusivas

Si es verdad que una imagen vale más que mil palabras, basta con visionar el DVD para concluir que el único testigo que presenció la agresión permaneció impasible en todo momento mientras Martín insulta a la menor, le toca un pecho y finalmente le propina una patada en la cara.

En la secuencia grabada por una cámara de seguridad de Ferrocarrils de la Generalitat, el testigo está situado en diagonal al lugar donde suceden los hechos, a apenas un metro de distancia, pero en ningún momento dirige su mirada hacia aquel asiento, ni hace un gesto de reproche al agresor por su comportamiento. Ni siquiera cuando la víctima se levanta y abandona el vagón el testigo se interesa por su estado.

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La secuencia de la agresión en la que se aprecia esta pasividad ha sido emitida en decenas de ocasiones por todas las cadenas de televisión y por Internet. El joven asegura que sus vecinos de la localidad de Olesa de Montserrat le han reconocido y que le increpan porque no intervino para evitar la agresión. Por ello, ha acudido a denunciar ante los Mossos d'Esquadra de la localidad de Esplugues de Llobregat que recibe "muchos insultos" de los vecinos por su comportamiento.

El único testigo también compareció ayer ante el juez para relatar lo ocurrido. Entró y salió por una puerta trasera para evitar el gran despliegue de cámaras de televisión y periodistas. Aprovechando esa resonancia, no faltó ayer quien quiso sacar tajada. Por la tarde, apareció por el edificio judicial un joven que se presentó como amigo del acusado, dispuesto a dar detalles, previo cobro, informa Jaume Bauzà.

"Yo sé muchas cosas de él. El sábado pasado estuvimos bailando reggaeton en una discoteca de Castelldefels con unas chicas latinas. Pero si queréis saber los detalles me tenéis que pagar", explicó a un grupo de periodistas. "¿Cuánto cobras?", se le preguntó. "No sé, entre 500 y 1.000 euros. Vosotros sabréis. Lo que está claro es que no voy echar mierda a un amigo gratis", respondió.

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