El juez del 'caso Calatrava' reconoce la unión de la pasarela durante dos horas
La abogada del arquitecto afirma que se "rompió la simetría"
Durante más de dos horas el magistrado Edmundo Rodríguez, titular del juzgado de lo Mercantil número 1 de Bilbao, escuchó ayer sobre el terreno los argumentos de las partes enfrentadas en la demanda interpuesta por el arquitecto Santiago Calatrava contra el Ayuntamiento de Bilbao por haber construido una conexión entre la pasarela peatonal Zubi- zuri -rebautizado desde su entrada en funcionamiento en 1997 como el puente de Calatrava - y el complejo Isozaki atea. Abogados y peritos se mantuvieron en las posiciones que defendieron en el juzgado, en la audiencia previa que se celebró el pasado 12 de julio, pero esta vez lo hicieron a la vista del objeto del litigio. A las 10.30, puntuales, una comitiva judicial formada por el juez, secretaria judicial, agentes, abogados, procuradores y peritos partieron del Palacio de Justicia, en los jardines de Albia, hacia la pasarela.
La inspección judicial se realizó desde 10 puntos diferentes
El reconocimiento judicial no fue un simple vistazo. Tres días antes de la celebración de la vista del caso, el juez y toda la comitiva que le acompañaba, seguida por cámaras de televisión, fotografos y periodistas, observaron el puente de Calatrava y la intervención posterior para unirla con Isozaki atea desde 10 posiciones. Primero lo hicieron desde la alameda de Mazarredo. Retrocedieron después al cruce de la calle Ercilla con Juan de Ajuriaguerra, para ganar perspectiva y observar que la reurbanización de la zona, en opinión de los abogados del Ayuntamiento, había dado más protagonismo al puente. Más tarde se situaron en las escaleras que dividen el complejo Isozaki atea, se dirigieron a la pasarela nueva, pasaron desde allí a la pasarela de Calatrava, bajaron al paseo de Abandoibarra y cruzaron al lado del Campo Volantín. Desde allí buscaron la mejor vista del puente y la intervención posterior desde el lado izquierdo y el derecho, y, para acabar, desde el puente del Ayuntamiento.
En el juicio que se celebrará el próximo jueves, los abogados de Calatrava pedirán que se retire la conexión por "vulnerar la integridad de su obra" o que se le indemnice con tres millones por daños morales. Ayer los representantes de los demandados -el Ayuntaniento y las empresas Vizcaína de Edificaciones y Lariam 95- reiteraron que la pasarela de unión no altera la obra de Calatrava, porque ambas partes se diferencian claramente y la conexión era necesaria para prestar mejor servicio a los ciudadanos. La abogada de Calatrava, Antonia Magdaleno, y sus peritos hicieron hincapié, en cambio, en que el añadido ha roto "la simetría del puente" y ha distorsionado "de forma torpe" el diseño. La abogada cree que se ha vulnerado el estilo de Calatrava, creador de "puentes colgados en el aire".
La comitiva judicial bloqueó en ocasiones el paso de los peatones por la polémica pasarela. Tres mujeres aprovecharon la visita judicial para descargar los reproches acumulados en 10 años de uso. "Mejor que vengan a primera hora de la mañana, cuando esto es una pista de patinaje con el rocío de la noche", dijo una de ellas en voz bien alta al pasar junto al magistrado. Su dos amigas continuaron con un coro de quejas contra el riesgo de caerse al cruzar el puente de Calatrava.
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