El Alto Consejo de I+D alerta de la pérdida de jóvenes investigadores

"La lectura de tesis doctorales ha tenido una importante reducción". En 2004 se leyeron 720 tesis, lo que ya supuso un recorte severo del 15% respecto del ejercicio anterior. Desde entonces, varios indicadores alertan de que "la situación actual puede ser incluso peor, ya que se detecta una menor atracción por la ciencia: tanto en calidad, como en la cantidad de jóvenes licenciados e ingenieros orientados hacia la investigación", resumió ayer Agustín Escardino -pionero en la articulación de una red de centros tecnológicos, vinculados al sistema universitario público valenciano- durante la sesión plenaria del Alto Consejo Consultivo de I+D+i de la Generalitat, que aprobó el Informe Anual 2007 del estado de la investigación y el desarrollo, celebrado por primera vez en el Convento de Santo Domingo del Ministerio de Defensa.

"Para llegar al 2% del PIB en 2011, hay que duplicar los doctores y científicos"

"Mientras paguemos la matrícula de los ricos, los pobres no irán a la universidad"

El informe, en el que participan un centenar de científicos y académicos, entre ellos una veintena de premios nacionales e internacionales, corrobora con "preocupación" la "pérdida de posiciones en cuanto a personal dedicado a I+D en el sistema valenciano". Los datos corroboran que el personal dedicado a I+D representó el 9,2% del total nacional en 2004, y en 2005 cayó al 8,7%. Una proporción muy por debajo del 11% de participación valenciana en el PIB nacional. La misma caída se registra el porcentaje de "investigadores empleados en proyectos científicos", que pasó del 9% en 2004 al 8,4% del total nacional en 2005.

Pese a este talón de Aquiles, el gasto valenciano (público y privado) en I+D en 2005 fue de 867,6 millones. Esto es, un 18,5% más que el año anterior, lo que supone ya el 1% del PIB valenciano, según el consejero de Educación, Alejandro Font de Mora. Pese a este avance respecto del pírrico 0,62% de 1999, la intensidad investigadora valenciana está aún lejos del 1,3% nacional y del objetivo de destinar el 2% en 2011, comprometido por los Gobiernos central y el autonómico.

Santiago Grisolía -presidente del Alto Consejo y discípulo de Severo Ochoa que hace 40 años tuvo que emigrar a EE UU- atribuye parte del retraso español a la duplicidad de funciones y burocracia que se da en España al mantener los ministerios de Educación y Ciencia y Sanidad, habiendo transferido las competencias a las comunidades autónomas. "Si queremos alcanzar el 2% del PIB, habrá que duplicar antes el número de doctores y científicos. Y hay una evidente pérdida de interés por la ciencia por parte de los alumnos de Secundaria", censuró.

El científico genetista coincidió, como sostiene el informe, en que "se necesita una mayor financiación pública de la educación básica" y una redefinición de los precios de las universidades. "Mientras sigamos pagando la matrícula de los ricos, no habrá posibilidad de que los pobres estudien. La universidad es cara para ellos, y no hay un verdadero sistema de becas".