La red magrebí tuvo dinamita a la vez que la de Madrid
La red marroquí que ejecutó los atentados de Casablanca obtuvo antes de ser totalmente desarticulada 50 cartuchos de dinamita y 90 detonadores. Los terroristas, en estrecha relación con los autores del 11-M, se hicieron con ese explosivo "en la primera semana del mes de enero de 2004", es decir, justo cuando el ex minero José Emilio Suárez Trashorras supuestamente envió a Madrid las primeras partidas de dinamita que acabaron en manos de Jamal Ahmidan, El Chino.
La dinamita fue localizada durante un registro en Mequínez, tras la desarticulación de la célula terrorista de Muhsin Bouarfa, directamente ligado a los autores de los ataques de Casablanca, según informes de la Seguridad Nacional de Marruecos de febrero de 2004. Lo que hallaron fueron "50 cartuchos de dinamita (3,850 kilogramos de pasta de plástico) y 90 detonadores de hilo eléctrico", además de "un temporizador, una tarjeta de mando a distancia y útiles para soldar".
El grupo había perpetrado entre julio de 2003 y enero de 2004 siete asesinatos, entre ellos el del caid [juez] El Ayachi Sdiqui. Pero ya habían decidido cometer atentados "contra intereses occidentales en Marruecos". Los terroristas ya habían "intentado vanamente experiencias de explosiones a distancia a base de un sistema de retardo de relojería" y habían grabado "un disquete-documento sobre la confección de diferentes tipos de explosivos".
Los servicios de seguridad de Marruecos aseguran en su informe que el propio Mohsin Bouarfa hizo varias copias de ese documento, "que fueron distribuidas a los miembros de las células terroristas de Mequínez y Fez".
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