Póquer de 'castells de nou' en Valls

Santa Úrsula recuperó su dignidad. Así se describe lo sucedido ayer en Valls con motivo de la diada castellera de Santa Úrsula. La que es una de las actuaciones más importantes del año llevaba algunas temporadas de capa caída, con actuaciones flojas y excesivas caídas que habían generado desencanto. Pero ayer cambió el signo y las dos colles participantes, la Vella y la Joves de Valls, ofrecieron un recital de construcciones de nueve pisos, con un pilar de vuit amb folre i manilles impresionante y de propina por parte de la Vella, que hacía cinco años que no se veía en la capital del Alt Camp.

Los de Santa Úrsula son castells en estado puro: tensión, nervios entre las colles, un público entendido y entregado a la vieja rivalidad de las dos agrupaciones vallenses y competitividad al máximo. Todo es importante en esta jornada, hasta el orden de salida, y en este caso el sorteo favoreció a la Colla Joves, que cumplió todos sus objetivos y logró su mejor actuación de la temporada. Los de la camisa roja se convirtieron en la cuarta agrupación que firmaba este año la tripleta mágica; es decir, tres de nou amb folre, quatre de nou amb folre y cinc de vuit, todo ello completado con solvencia. Tras un inicio de temporada irregular con cambio de cap de colla incluido, han conseguido enderezar la situación para acabar con un balance más que digno.

Los de la Colla Vella de Valls se presentaban en la mítica plaza del Blat con un programa más ambicioso que el de sus rivales conciudadanos y esto hacía prever que sería muy complicado que puediran cumplirlo todo. Empezaron su exhibición, al igual que sus rivales, con un tres de nou amb folre, y acto seguido se enfrentaron con uno de sus retos para la jornada: el mastodóntico cinc de nou amb folre. Pero al igual que sucedió hace un mes en Tarragona, el castell se vino abajo antes de poderlo coronar. Una lástima. Desde el año 2002 no consiguen completarlo a pesar de tener un cinc de vuit más que solvente. Finalmente rebajaron sus pretensiones y cerraron la segunda ronda con el quatre de vuit amb l'agulla. Para cerrar la tercera ronda, coronaron el quatre de nou amb folre, que cedió cuando ya se estaba desmontando.

El plato fuerte de la jornada lo dejaron para el final. Fue un impresionante pilar de vuit amb folre i manilles, que vino a certificar el excelente pilar de sis y de set que este año estaba demostrando tener la agrupación decana del mundo casteller.