Impulso tecnológico

La batalla comercial entre los Audi A4, BMW Serie 3 y Mercedes Clase C se remonta a hace más de una década y no ha tenido nunca un dominador claro a pesar de la diferencia de precios que ha existido siempre entre estos modelos. Pero las listas de ventas pueden dar un vuelco con el nuevo A4 (sale en enero desde 28.850 euros), porque la tercera generación de la berlina media de Audi mejora la oferta de sus competidores en varios aspectos y mantiene unas tarifas inferiores. El último A4 recoge la calidad y sofisticación que se esperan de un modelo de prestigio, pero resalta sobre todo por ser más grande que sus rivales y aporta una imagen con mayor presencia. Tiene también un interior y un maletero más amplios, y añade además un salpicadero más completo y aparente, y detalles como el freno de mano por botón, que no incluyen sus competidores.

UN INTERIOR IMPECABLE

En enero se lanzará el A4 berlina y la carrocería Avant o familiar llegará en la segunda mitad de 2008. La variante deportiva S4, con motor V8 de unos 350 CV, saldrá en 2009, y habrá también un cabrio, pero derivado del cupé A5.

El nuevo A4 ha crecido 12 centímetros en longitud, mide 4,7 metros de largo, y es una de las berlinas medias más grandes. Pero también destaca por su generosa anchura: 1,82 metros. Estas dimensiones permiten habilitar un interior más desahogado que en los Serie 3 y Clase C, sobre todo atrás, aunque todavía resulta inferior al de los VW Passat y Ford Mondeo. Y su maletero resulta correcto con 480 litros.

El aumento de longitud y anchura, manteniendo la altura, ayuda a estilizar la figura del nuevo A4, que muestra mayor fuerza y unas proporciones más atléticas.

Buena mecánica, mal equipamiento

Todos los motores serán de inyección directa, una solución que reduce los consumos. Desde el lanzamiento se ofrecerán tres mecánicas de gasolina, dos 1.8 TFSi (120 y 160 CV) y un 3.2 FSi (265 CV), y tres turbodiésel TDi: 2.0, 2.7 y 3.0 (143, 190 y 240 CV). En primavera de 2008 aparecerán tres motorizaciones más: 2.0 TDi, de 120 y 170 CV, y 2.0 TFSi, de 200 CV. Los motores son conocidos, pero se han afinado y consumen hasta un 10% menos. El 3.0 TDi, por ejemplo, gasta ahora 6,9 litros (0,7 menos) y rinde 240 CV (siete más). Todos van asociados a cambios manuales de seis marchas, salvo el 2.7 TDi, que viene con un automático Multitronic de ocho relaciones. Por su parte, las versiones 3.2 FSi y 3.0 TDi sólo se venden con tracción Quattro.

La berlina alemana estrena un chasis muy eficaz, el mismo del A5, y avances que refuerzan el dinamismo del A4 actual. Así, los ejes de las ruedas son más anchos y están más separados entre sí, dos soluciones que mejoran el aplomo y la estabilidad. Monta unas suspensiones de aluminio para reducir peso y frenos más potentes. Y la posición del motor ha variado para mejorar la agilidad.

El equipamiento, en cambio, es el principal punto negro del nuevo A4. Aunque la dotación de serie es completa en lo fundamental -todos llevan seis airbags, ESP, climatizador, llantas de aleación y radio-CD con MP3-, hay que pagar aparte elementos casi imprescindibles que vienen ya de serie en muchos modelos populares de su tamaño, como sensores de lluvia y luces (155 euros), volante con mandos (140), conexión bluetooth (635), respaldos traseros plegables (360), control de velocidad (330)... Por lo demás, entre las novedades opcionales más interesantes se ofrece la llave electrónica manos libres (765 euros) y dos sistemas de seguridad, la alarma de salida del carril (635) y los retrovisores con cámaras (685).