Dos testigos dicen que realizaron pagos en el mostrador de la Hacienda de Irún

Dos de los cinco testigos que prestaron ayer declaración por el presunto fraude en la Hacienda de Irún aseguraron que realizaron los pagos que les reclamó el ex director de la oficina y principal imputado en el caso, José María Bravo, en el mostrador de esta delegación y a varias personas.

Hasta ahora, la mayoría de los testigos han explicado que Bravo les dio la oportunidad de negociar a la baja su deuda tributaria, tras lo cual le pagaban directamente a él la cifra acordada en metálico y, casi siempre, en varios plazos. Según la acusación fiscal, el ex director de la oficina tributaria de Irún se apropiaba de este dinero y hacía creer a los contribuyentes que su deuda estaba saldada. Junto a Bravo están imputados su esposa, Rosa Cobos; su socio Pedro María Atristrain, y Pilar Gracenea, empleada de esta delegación.

Pues bien, uno de los testigos que pasó ayer por el Juzgado de Instrucción número 2 de Irún afirmó que entregó los pagos "a tres hombres distintos", aunque no pudo precisar sus nombres, según informaron fuentes cercanas al caso. Un segundo testigo apuntó que saldó sus deudas con "varias personas". Los otros tres testigos ratificaron que negociaron con Bravo y le pagaron a él.