"Me levanto media hora antes para no llegar tarde"
La línea 10 de Cercanías, la del aeropuerto, trae de cabeza a sus usuarios. Siempre hay problemas. De modo que algunos toman decisiones drásticas. Como Mercedes Dentone: "Me levanto media hora antes de lo necesario, para no llegar tarde". Pero ni eso es suficiente, porque aun así, asegura, sufre retrasos a diario.
Otra sufrida pasajera, Sara Bosch, asegura que, si por ella fuera, "no cogería el tren". Pero su trabajo la obliga. Una vez, recuerda resignada, quedó atrapada en algún lugar indeterminado de un túnel. El diseñador Robert Roman sí puede permitirse el cambio y es de los que se han pasado al metro ante los constantes fallos del tren.
Maite Landauro coge tres veces por semana el tren con destino a El Prat. El mes pasado quedó atrapada media hora en un tren y, al salir, prefirió irse en coche. Ayer fue, de nuevo, víctima de Cercanías. A causa de un problema en El Prat, a las 18.04 la megafonía anunciaba que los pasajeros tenían que "bajarse y esperar". Maite se cargó de paciencia. Minutos más tarde, tras cambiarse de tren y de vía, reanudó por fin su recorrido.
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