Unió Democràtica perdió el 61% de sus ingresos tras salir del Gobierno catalán
La caída de los donativos anónimos lastra la economía del partido de Duran Lleida
Dejar el Gobierno catalán le salió muy caro a Unió Democràtica de Catalunya. El partido de Josep Antoni Duran Lleida, socio de Convergència en la federación CiU, perdió el 61% de sus ingresos en 2004 coincidiendo con la llegada de la izquierda a la Generalitat. Así lo indica el último informe del Tribunal de Cuentas, correspondiente al ejercicio 2004. Según el tribunal, los donativos anónimos y opacos, principal fuente de financiación de Unió, bajaron el 66% aquel año, lo que explica el descenso generalizado del conjunto de los ingresos del partido democristiano.
En 2004, Unió recibió 884.716 euros en donaciones anónimas. Donaciones que no constan en ningún registro oficial, pero de las que el receptor conoce su procedencia. En 2003, último año de CiU en la Generalitat, los donativos alcanzaban los 2.6 millones. Los donantes anónimos de Unió eran tres veces más generosos cuando el partido estaba en el Gobierno que cuando pasó a la oposición. La caída los ingresos motivó que el partido de Duran viera crecer su deuda en 900.000 euros.
Unió, sus socios de Convergència, el Partido Popular y el Partido Nacionalista Vasco son las formaciones que más han recaudado históricamente mediante los polémicos donativos anónimos. Estos cuatro partidos se han llevado el 93% de los 102 millones del dinero opaco recaudado por el conjunto de los partidos españoles entre 1987 y 2004. El año pasado, tras múltiples recomendaciones del Tribunal de Cuentas para que se regulasen las donaciones, el Congreso aprobó prohibir los donativos anónimos. El PP no apoyó la medida.
Los partidos de la izquierda han mantenido en los últimos años un discurso contrario a los donativos anónimos, por considerar que pueden llevar a sistemas de clientelismo en las administraciones al no poderse saber quién está financiando realmente a los partidos que gobiernan.
Los responsables de Unió Democràtica eludieron responder ayer si este descenso de los ingresos está directamente relacionado con su salida de la Generalitat. "El informe todavía no se ha editado formalmente y no lo hemos podido estudiar", afirmó un portavoz del partido. El documento se encuentra colgada en la página web del Tribunal de Cuentas y es consultable desde el pasado mes de junio.
Previsión lejos de la realidad
Los responsables financieros de Unió ya preveían un descenso de los ingresos cuando abandonaron la Generalitat. Pero sus previsiones se han visto ampliamente superadas por la realidad. El gerente de Unió, Antoni Isaac, declaró a EL PAÍS en 2005 que preveía un descenso del 12% de los donativos anónimos tras su salida de la Generalitat. El Tribunal de Cuentas ha acabado por certificar que el descenso fue cinco veces más elevado.
Sus socios de Convergència han capeado mejor el temporal derivado de la pérdida del poder. En 2004 el partido de Artur Mas mantuvo donativos anónimos por 1,5 millones de euros. La recaudación, aunque similar a la de 2003, es el 25% inferior a la lograda cada año por Jordi Pujol a finales de la década de los años noventa.
Unió ha tenido que apretarse el cinturón. La primera medida que tomó tras perder la Generalitat fue cerrar cinco de sus sedes. La dirección del partido lo justificó aduciendo la necesidad de "reordenar los espacios". El reajuste afectó incluso a la sede central del partido, situada hasta este año en la Travessera de Gràcia. Desde el pasado verano, Unió ha centralizado todos sus servicios en Barcelona en un funcional espacio de la calle de Nàpols, una zona menos cara y más cercana al Parlament.
Donativos récord para PP y PSOE
Frente a las dificultades económicas de Unió Democràtica, el PP y, a mucha distancia, el PSOE consiguieron recaudaciones récord en 2004 a través de las donaciones anónimas.
El partido de Mariano Rajoy desbancó a CiU del primer puesto de la lista de los partidos que más dinero opaco recaudan. Un total de 2,8 millones de euros se embolsó el PP, frente a los 955.000 del PSOE.
El año 2004 coincidió con las últimas elecciones legislativas, acontecimiento que tradicionalmente eleva las donaciones a partidos políticos.
En los últimos 10 ejercicios fiscalizados por el Tribunal de Cuentas, el Partido Popular se ha embolsado 10 veces más dinero anónimo que el PSOE.
Otro partido que tradicionalmente ha recibido un imporante flujo de donaciones anónimas es el Partido Nacionalista Vasco. En 2004 se embolsó 712.00 euros, una cifra ligeramente inferior a la del año anterior.
Convergència y Unió recaudaron 2,39 millones en conjunto. El buen ritmo de recaudación en donativos anónimos no rebajó el nivel de endeudamiento de los partidos. El PSOE es la formación que más deuda acumulaba en 2004, por valor de 62,7 millones de euros, y el PP tenía una deuda consolidada con entidades de crédito de 28,4 millones, según el Tribunal de Cuentas.
El endeudamiento contable de los partidos catalanes era el siguiente: PSC, 11,9 millones de euros; CDC, 8,3 millones; UDC, 4,7 millones; la federación de CiU, 9 millones; Iniciativa per Catalunya, 5,1 millones, y ERC, 2,1 millones.
No constan datos del endeudamiento del PP catalán, puesto que este partido tiene sus cuentas unificadas con el PP y no dispone de contabilidad separada.
El informe hace notar que dos partidos catalanes, Esquerra Republicana y el PSC, renegociaron sus deudas y obtuvieron la condonación de intereses vencidos por valor de 2,7 millones en el caso de los republicanos y de 7,1 millones de euros en el de los socialistas.
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