El solar de la cervecera Mahou tendrá un máximo de 2.000 pisos

El borrador del documento que desarrolla el acuerdo entre el Ayuntamiento, el Atlético de Madrid y la cervecera Mahou para la remodelación de la zona que ocupan junto al Manzanares fija la construcción de un máximo de 2.000 viviendas, concretamente sobre los terrenos de la fábrica de bebidas (61.251 metros cuadrados).

Dado que el Consistorio quiere hacer un parque sobre el actual recinto del estadio colchonero (31.046 metros cuadrados), al tiempo que de paso soterra también ahí la M-30, la única forma de construir ese número de viviendas es levantar torres en una zona con edificios de cinco o seis plantas como mucho.

El acuerdo inicial entre las tres entidades, alcanzado a finales del pasado julio, levanta el castigo que Alberto Ruiz-Gallardón impuso a la cervecera en los años ochenta, cuando él presidía la Comunidad de Madrid. En 1986, el grueso de la producción de Mahou se trasladó desde el paseo Imperial a la localidad de Alovera (Guadalajara), y el Gobierno regional de entonces reaccionó con una negativa a recalificar los terrenos de la fábrica madrileña. Según el citado borrador, sobre ese suelo se proyecta ahora un máximo de 2.000 pisos. Y con el visto bueno de Ruiz-Gallardón.

Estadio sí; suelo, no

El texto -en fase de borrador y por tanto sujeto a cambios- también establece que el Atlético de Madrid se traslade a La Peineta previo pago de 160 millones de euros, pero que no sea dueño de la parcela sobre la que se levanta ese estadio en San Blas.

En ese caso, podrían repetirse los problemas legales de la Federación Española de Fútbol -a la que el Ayuntamiento de Las Rozas cedió el suelo donde se alzó su sede-, y que en tiempos de Joaquín Leguina estuvo muy cerca de terminar en el espacio que hoy ocupa La Peineta.

El 10 de mayo de 1990, el Ayuntamiento y la Comunidad firmaron un convenio con Ángel María Villar, presidente de la federación, para el desarrollo de la Ciudad del Deporte en el distrito de San Blas, a tiro de piedra de la M-40. Las negociaciones no fructificaron. Y eso que Joaquín Leguina, entonces presidente regional, y Agustín Rodríguez Sahagún, regidor de la capital, plantearon la "cesión por 75 años" de los terrenos.

Eso sí, con algunas condiciones. Entre ellas, el organismo que rige el fútbol español se comprometía a "construir y ceder a la Dirección General de Deportes el uso de un edificio de 2.000 metros cuadrados de oficinas y la misma superficie de servicios comunes para las distintas federaciones madrileñas". Al final, la federación levantó su sede en Las Rozas.