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La 'fiebre del oro' que genera el puerto seco pone en crisis financiera a Salvaterra

El alcalde espera enjugar una deuda de 875.000 euros con el aprovechamiento urbanístico

El Ayuntamiento de Salvaterra acumula una deuda de 875.000 euros que lo abocan a ejecutar un plan de saneamiento. Es una consecuencia de la fiebre del oro que anticipa la instalación del puerto seco de Vigo, la Plataforma Logística Industrial Salvaterra-As Neves (Plisan), en tres aldeas del municipio. Arturo Grandal (PP), su alcalde desde hace 28 años, le quita importancia a la deuda: "Tendremos el 10% de cesión del aprovechamiento urbanístico de la Plisan", aduce. Pero ha empezado el saneamiento financiero que se le reclama retirando la ayuda al transporte escolar.

Arturo Grandal, que antes militó en UCD y en el PSOE y señala a Nelson Mandela como su referente político personal, ha dejado las cuentas municipales de 2006 con un déficit de 375.000 euros, que elevan la deuda acumulada del Ayuntamiento (8.505 habitantes) a 875.000 euros. Y ello, pese a que en el anterior mandato, el municipio pignoró patrimonio municipal, 12 parcelas, por importe de dos millones de euros.

"En marzo de 2006 no debíamos nada. Nos fallaron los ingresos previstos por unas licencias de obras, que no se cumplieron", le quita importancia al déficit Grandal. "Tenemos un patrimonio de 34 millones de euros, no hay ningún peligro financiero para el Ayuntamiento", asegura.

La cobertura de la plaza de la intervención municipal por una titular -en los últimos años la ejercía un funcionario sin cualificar- ha puesto las cuentas municipales al descubierto, exponiendo criterios coincidentes con las críticas que venían formulando en los últimos años los dos grupos de oposición (PSdeG y BNG) por "los despilfarros" del alcalde.

Además de reclamar un plan de saneamiento económico para el Ayuntamiento, la interventora municipal destaca en el informe la frecuencia con que el gobierno de Grandal recurre a adjudicar directamente algunos servicios, fraccionando sus costes para evitar sacarlos a concurso, o decribe irregularidades como la de que un funcionario de la policía local reciba gratificaciones como encargado de obras.

Municipio "pobre"

El Ayuntamiento, que está funcionando sin haber aprobado el presupuesto del actual ejercicio, tendrá que presentar el plan de saneamiento en los próximos días. "Todo se solucionará con controlar los gastos de los próximos dos o tres años", adelanta el alcalde. La primera restricción del gasto municipal ya se conoce: la cancelación de la partida de 100.000 euros para ayuda al transporte escolar, que deberá asumir la Xunta.

El alcalde desborda entusiasmo al glosar la transformación que ha conseguido imprimir a su pueblo. La Plisan y la proximidad de Vigo, a 45 kilómetros, orientan el horizonte residencial de Salvaterra, aunque el último año no haya sido bueno. Tampoco parece probable que pueda equilibrarlo el cementerio de mascotas que Grandal prometió promover, en el tercer puesto de su jerarquía de compromisos, en la última campaña electoral.

"Ésta era una villa muerta, pero hemos despegado en los últimos siete años", afirma. Es decir, desde que se anunció la construcción de la Plisan. El cementerio de mascotas respondería a un estilo propio de afrontar el desarrollo urbanístico, "con más clase y sin la especulación que en Salceda", dice el alcalde, comparándose con el municipio limítrofe y el ex alcalde popular Chicho Fernández.

Grandal ha construido, y son sus hitos, el pastiche de la casa consistorial y el parque de A Canuda, bordeando el Miño y que es paseado por "miles y miles" de personas los domingos. "Está siendo un éxito total. Vienen de Vigo, de Portugal, de los pueblos vecinos...".

A Canuda es la estrella de las zonas verdes del municipio, que da uno de los saldos más altos de España en el reparto, 35,2 metros cuadrados por vecino, y se complementará en breve con una pasarela de acceso a la isla de Fillaboa y la reconversión de sus eucaliptos a la flora autóctona. La pasarela, para la que ya se puso la primera piedra, costará 869.000 euros, y la oposición critica la obra contrastándola con otras urgencias municipales, como el saneamiento que no tienen ocho de las 17 parroquias del municipio, o un centro médico de día.

El Ayuntamiento se declaró "pobre" en 2004 para solicitar a la Xunta dispensa en la prestación del servicio de alcantarillado a las parroquias y el alcalde pide ahora que la Xunta financie la pasarela a Fillaboa. En el argumentario de su petición señala que el 20% de la población es mayor de 65 años. El pueblo, sin duda transformado, amarra menos a la población que a las empresas inmobiliarias. El último censo, de 2006, le otorga 8.505 habitantes, 757 menos que hace 15 años. En el lustro 2000-2005 perdió 126 habitantes, pero en este periodo se construyeron 1.761 viviendas nuevas, con financiación de Caixanova.

Grandal actúa en futuro

A Arturo Grandal, después de 28 años al frente de la corporación de Salvaterra, le gusta presumir de los proyecto más vistosos que ha abanderado como regidor, la construcción del ayuntamiento, problemática por litigios con el arquitecto, y del frecuentado parque de A Canuda, que pronto, si encuentra financiación, se complementará con los accesos a la isla de Fillaboa. Más la promoción intensiva de la construcción.

La fiebre edificatoria decayó algo en el último año. En muchos de los edificios ya construidos sólo viven uno o dos vecinos, aunque hay lotes de pisos ya adquiridos por inversores que, como el alcalde, esperan al funcionamiento de la Plisan para rentabilizar la inversión.

De hecho, Grandal atribuye la crisis financiera municipal a los ingresos que preveía, y que resultaron fallidos, por licencias de obras. La decisión de Infinita Renovables de instalar su planta de biodiésel en Ferrol, cancelando su proyecto en la Plisan, ha marcado un quebranto en las expectativas financieras del Ayuntamiento, pero probablemente sea pasajero.

A partir de 2009 empezarán a edificarse las naves del denominado puerto seco de Vigo y, a este efecto, las empresas que se asienten en él tendrán que ceder a los ayuntamientos de Salvaterra y As Neves el 10% del aprovechamiento urbanístico. Ése será el momento de enjugar todas las deudas, actuales y futuras, "porque el pueblo tiene que seguir preparándose para erigirse como la zona residencial más apetecible", señala. "El puerto seco creará 5.000 empleos y tenemos que hacer lo posible para que muchos de los que los ocupen se queden a vivir aquí".

Arturo Grandal volvió a refrendar su mayoría absoluta en las últimas elecciones municipales, y sin dar un solo mitin. Casi nunca lo ha hecho, en el sentido tradicional, y tampoco le gustan los de la oposición: en las campañas de los últimos comicios fue denunciado por sus oponentes por no facilitarles la entrada a locales municipales para presentar sus programas. No presta mucha atención a esos "detalles" ni a que la oposición, en la actual crisis, le censure el aumento en más de 52.000 euros de los salarios de sus concejales.

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